El Parque Nacional Médanos de Coro seduce a los viajeros en la entrada a Paraguaná.
Es imposible pasar de largo y no fijarse en su imponente belleza seductora. Enormes montículos que se presumen cálidos y firmes, como una invitación a desnudarse los pies y correr libre por la curvilínea superficie. No existe un mortal que haya transitado por la vía que conduce a Paraguaná, sin detenerse un rato y retozar en la arena.
Los Médanos de Coro fueron declarados Parque Nacional el 6 de Febrero de 1974. Se trata de un paisaje desértico único en Venezuela, que abarca una extensión de 91 mil 280 hectáreas, de las cuales 42 mil 160 son de tierras continentales y más de 49 mil 120 de superficies marinas. Están ubicados exactamente en jurisdicción de los municipios Miranda y Falcón del Estado Falcón. Se inician en Coro y abarca el territorio del Istmo que lleva su nombre.
Por la popularidad de esta “parada obligada” ha atraído a vendedores de bebidas hidratantes y de dulces de leche de cabra. Es habitual, desde que sale el sol, ver la línea de vehículos estacionados al borde de la carretera, y las líneas de caminantes que como hormigas, intentan sortear los montículos escurridizos y llegar a la cúspide.
Los más osados, luego de subir al médano más empinado, se dejan rodar cuesta abajo, mientras levantan nubes de arena y trazan caprichosas estelas sobre la superficie. Al llegar abajo, el arriesgado turista intenta, sacudiéndose vigorosamente, deshacerse de los kilos de arena que acumuló durante el descenso en su ropa, cabello y orificios corporales. De seguro que pasaran varias semanas para lograr su cometido.
Dunas escurridizas
Según los expertos, entre ellos Gerardo Yepez Tamayo, los Médanos de Coro se formaron por la acción constante de los vientos alisios que soplan de este a oeste. En general, el proceso de formación de los desiertos como los médanos, que son dunas o acumulaciones de arena, es un proceso erosivo de mucho tiempo de la acción constante del viento sobre las rocas.
El viento, al desplazar las rocas continuamente y por un período largo de tiempo, las parte en pedazos muy pequeños convirtiéndolos en arena. Luego, esta arena al desplazarse por la constante acción del viento se va acumulando en montones, sobretodo cuando encuentra algo que las detiene, y así se van formando las dunas, que continuamente cambian de forma ya que están en perenne movimiento. Por lo que los médanos han recibido el nombre de arenas nómadas.
Para llegar
Los médanos falconianos poseen varias vías de acceso, sin embargo las más comunes son: la entrada desde la Plaza La Madre en la avenida Independencia de Coro y la entrada ubicada en la carretera de Coro-Punto Fijo, cerca de la alcabala Los Médanos, ubicada en el norte de la ciudad.
Quienes viajan en vehículo propio, rumbo a Punto Fijo, deben obligatoriamente pasar frente a las dunas. En el caso de los que utilizan el transporte público, se pueden tomar las busetas de Transporte Carabobo (desde la calle Falcón de Coro), que se dirige a la avenida Independencia, y bajarse después del Monumento a la Federación en la esquina del Parque Ferial. Desde allí se recorre un tramo hasta la Plaza La Madre. Aproximadamente son 10 o 15 minutos caminando hasta llegar a la entrada.
Reyna Carreño / La Verdad.com
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