La Inteligencia Artificial (IA) se consolida como una herramienta clave para SKY Airline en su estrategia para reducir la huella ambiental de sus operaciones. La aerolínea utiliza esta tecnología para optimizar procesos críticos, logrando una disminución de cerca de 10.000 toneladas de CO₂ al año.
Mayra Kohler, gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de SKY, señaló que «desde hace un tiempo, en SKY venimos haciendo uso de modelos de inteligencia artificial que nos ayudan a tomar decisiones más rápidas y precisas». Kohler especificó que esto aplica en «procesos vinculados al mantenimiento de nuestras aeronaves y a la optimización de nuestras rutas, logrando mejor aprovechamiento en el uso de combustible, durante despegues y ascensos, que son los momentos de mayor consumo».
Para reducir el consumo de combustible, SKY emplea un sistema de meteorología predictiva con componentes de IA. Este sistema analiza en tiempo real variables que impactan el vuelo, como patrones de viento, temperatura y otras condiciones meteorológicas en la ruta.
Basado en este análisis, el sistema recomienda ajustes al trazado de la ruta, permitiendo que la tripulación elija el recorrido más eficiente, de forma similar a como operan los sistemas de navegación para automóviles. Al integrar esta información con el diseño de rutas, el consumo de combustible y las restricciones de infraestructura aeroportuaria, la aerolínea optimiza los perfiles de vuelo y la carga de combustible, reduciendo consumos innecesarios.
La aerolínea también aplica IA en la gestión de su flota a través de Skywise, una plataforma de datos desarrollada por Airbus.
Tradicionalmente, los sistemas de las aerolíneas monitoreaban la vida útil de cada componente del avión por separado. Sin embargo, la plataforma Skywise permite a SKY procesar millones de datos provenientes de sensores, registros de vuelo y reportes de mantenimiento para analizar el ecosistema completo de la aeronave como un conjunto interconectado.
Ello permite a la compañía identificar anticipadamente patrones de uso y necesidades de mantenimiento. En lugar de reaccionar ante una alerta aislada, la aerolínea ahora puede predecir cómo el comportamiento de un componente afecta al resto del sistema. El resultado es una visión integral del avión que permite mayor predictibilidad en la planificación de mantenimientos, una reducción de las intervenciones no programadas y un uso más eficiente del combustible.
Los avances digitales refuerzan la estrategia de sostenibilidad de SKY. La compañía, con 24 años de historia y presencia en ocho países de América, opera desde sus bases en Chile y Perú. Actualmente, es la única aerolínea de Sudamérica con una flota 100% compuesta por aviones Airbus A320neo y A321neo.
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