Hace dos décadas, dos jóvenes franceses crearon Click&Boat para poder surcar las aguas de forma fácil y económica. Hoy facturan 200 millones de euros al año.
Les fascinaba navegar, pero cada vez que intentaban alquilar un barco un fin de semana se encontraban con "poca digitalización, limitada oferta y muchos interrogantes sin resolver". Además de precios desorbitados para un par de jóvenes franceses que empezaban a dar sus primeros pasos en el mundo laboral. Así lo cuenta desde París Jeremy Bismuth, uno de los dos padres (Edouard Gorioux es el nombre del otro) de la plataforma Click&Boat, que pone en contacto a propietarios de embarcaciones y posibles arrendatarios a un coste "hasta un 40% inferior al de las agencias tradicionales".
Con la idea de "democratizar el universo náutico y que toda la gente pudiera disfrutar de unas vacaciones en barco" (desde profanos acuáticos a auténticos lobos de mar) lanzaron el proyecto hace justo 10 años, por lo que están de aniversario. Pronto vieron los frutos. El negocio subió un 1.000% en los meses iniciales. Hoy, facturan 200.000 euros al año y prevén llegar a 500.000 en 2027.
En la actualidad, la web ofrece más de 55.000 naves con salidas desde 4.000 destinos de 164 países, incluido España, donde la actividad ha crecido este año un 30% respecto a 2023. Lo que no tiene sentido, en opinión de los fundadores, es que miles de barcos permanezcan anclados la mayor parte del tiempo porque sus dueños —que los suelen usar unos 10 días por temporada—, no saben cómo sacarles rendimiento, con el consiguiente gasto en mantenimiento, limpieza, amarre...
El modus operandi es similar al de los famosos portales de reserva de alojamiento: los clientes tienen a su disposición infinitos modelos de veleros, catamaranes o goletas a un solo click. No en vano, a la web se la llama el Airbnb de los mares, ya que se trata de un alquiler temporal por el que la compañía cobra un 20% de comisión.
Hay opciones para todos los gustos. Desde unas travesía de media jornada a una semana o un mes. Con patrón o sin él. Para una pareja o una familia entera. Con cocinero a bordo o pidiendo que te traigan en lancha la paella de un chiringuito. De 50 euros por unas horas en moto de agua a 15.000 el día por una embarcación de lujo. Eso sí, la experiencia más cara le costó casi un millón de euros a un grupo de amigos que alquiló una exclusiva nave con 20 empleados.
Ocurrió en Ibiza, uno de los enclaves marítimos top. Pero la lista es inmensa: Barcelona —donde están las oficinas centrales de la empresa y la mitad de sus trabajadores, 100 de los 200—, Croacia, las Maldivas, Tailandia, Malta, Bali o la Costa del Sol. Esta última es el centro de operaciones de Alejandro Mesa, dueño de dos barcos disponibles en Click&Boat, Viva la vida y Baby One, desde hace tres años. "Funciona muy bien y es una forma sencilla de que te lleguen los clientes, con los que la comunicación es súper fluida", comenta. También le parece útil la valoración del servicio una vez realizado. "Es clave para que te elijan". añade.
Sus recorridos por Marbella (desde 380 euros por cuatro horas) muestran la localidad malagueña desde el mar, donde sigue siendo igual de exclusiva. Por eso, no extraña que entre las olas emerja el megayate de algún futbolista o jeque árabe con helipuerto incluido.
Además, la ruta permite otear, tumbado en la cubierta, la majestuosidad del pico de La Concha, en las estribaciones de la Sierra de las Nieves, o el escenario del festival Starlite, aparte de pescar, practicar snorkel y, con un poco de suerte, avistar delfines. "Ayer vimos unos cuantos", concluye entre risas.
Más información. En la web de www.clickandboat.com
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