Ha costado mucho trabajo y tiempo, pero ya es un hecho: el Ministerio de Cultura griego ha autorizado la visita del público a once naufragios cercanos a las costas del país. Estos pecios, que datan de los siglos XIX y XX, han sido clasificados como monumentos nacionales tras la documentación proporcionada por la dirección de Antigüedades Subacuáticas. Esta iniciativa ha sido acogida con entusiasmo por las localidades cercanas a los diferentes naufragios, ya que supone un nuevo incentivo para los muchos turistas que acuden en el verano a la costa de Grecia.
Hasta ahora, quien quería bucear para observar cualquier naufragio griego debía enfrentarse a un largo proceso para conseguir un permiso especial, caro y lleno de restricciones, con la protección de los pecios en mente. El Gobierno ha decidido simplificar este proceso en los once naufragios mencionados: para bucear alrededor de estos pecios, siempre y cuando tengan la certificación necesaria, bastará con apuntarse a los tours organizados por los centros de buceo que tengan los permisos pertinentes.
Tesoros sumergidos
La iniciativa de este 'museo' ha sido de la ministra de Cultura de Grecia, Lina Mendoni, tras comprender la importancia del turismo de buceo en un país con tantos tesoros arqueológicos sumergidos. «La creación de sitios arqueológicos submarinos ha sido un esfuerzo audaz para el ministerio y un desafío con exigencias y condiciones muy específicas», ha declarado con su seriedad característica. Son tres las necesidades que han movido al Gobierno a adoptar esta medida: «La seguridad pública, la preservación del medio natural y la protección del patrimonio cultural». Por ello, cada área marina ha tenido que estar primero bien documentada y señalizada, con el objetivo de reducir al máximo la posibilidad de un accidente, de un daño al monumento o de actividades arqueológicas ilegales, como posibles robos.
El primer museo arqueológico submarino, situado cerca de la isla de Alónisos, en el Egeo, se puede visitar desde el año pasado. ¿Los requisitos? Acreditar el permiso para bucear con botellas de oxígeno en visitas guiadas por los centros autorizados. Con esta apuesta del Ejecutivo griego, ya son once los pecios visitables, siempre que se nade únicamente en su exterior. Eso sí, está terminantemente prohibido entrar en el interior de los pecios (salvo en casos excepcionales de investigación y tras conseguir un permiso específico). Y por supuesto, no se puede mover ni levantar ningún objeto de estos naufragios.
Las personas interesadas deberán informar, como mínimo un día antes de su visita, al Departamento de Antigüedades Subacuáticas (en griego Eforia Enalíon Arjeotiton) con un mail detallando quiénes y cuándo bucearán. Y tienen dónde elegir: cerca de Atenas y alrededor de la isla de Kea se encuentran el naufragio de los trasatlánticos HMHS Britannic, Burdigala y Patris. También cerca de la costa de Ática, en la isla de Evia, dos naufragios de buques cementeros: Creteland y Pioneer 1. Cerca de la isla de Milos se pueden visitar los barcos de vapor de carga Artemis Pita y Sifnos. En las costas de la isla de Creta se encuentra el barco de vapor Minnewaska y en la península de Calcídica, en el norte del país, otros dos barcos: el Mitilini, cerca de Casandra, y otra embarcación en la zona de Kalamitsi. Y cerca de la isla de Skiathos, el barco de vapor Volos.
Los naufragios de la isla de Kea, que se encuentra muy cerca de Atenas y del puerto de Lavrio, son de los más interesantes. Yannis Tzavelakos, concejal de la isla, ha anunciado que pronto se añadirá un cuarto naufragio, el de un avión alemán Junkers Ju 52. Tzavelakos, que es dueño de la compañía Keadivers, donde quien quiera puede acudir para organizar su visita a los pecios (con o sin botellas), ha sido quien más ha luchado para que los distintos departamentos gubernamentales permitan la creación de este parque submarino de carácter histórico.
Referente mundial
En este proyecto ha sido fundamental el apoyo del ministro de Turismo griego, Vasilis Kikilias, que desde su mando se ha comprometido «a transformar Grecia en un ejemplo de desarrollo sostenible». Según declaró al diario 'Kathimeriní' ha acelerado los trámites correspondientes «para que los pecios de Kea puedan convertir a esta isla en un referente del turismo de buceo a nivel mundial».
El primer naufragio y el más conocido es el del famoso Britannic, hermano del Titanic y del Olympic, los barcos de la White Star Line destinados a ser grandes transatlánticos de lujo. Durante la Primera Guerra Mundial el Britannic fue convertido en un buque hospital, que fue hundido por los alemanes en noviembre de 1916 en sólo 55 minutos, en un ataque que causó la muerte de 30 personas (se salvaron las restantes, 1.036 personas). Fue el legendario capitán Jacques Yves Cousteau quien descubrió este pecio en 1975 , en el denominado Canal de Kea (entre el Cabo Sunion y la isla de Kea).
Fue el legendario capitán Jacques Yves Cousteau quien descubrió este pecio en 1975 , en el denominado Canal de Kea (entre el Cabo Sunion y la isla de Kea)
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