Ya hace algunos años que las aerolíneas de Estados Unidos protestan amargamente contra los viajeros conflictivos. Pero con el Covid, esta plaga se ha extendido. Las grandes son las que más se quejan. Ahora, en este sentido, Delta propone una solución bastante drástica: está exigiendo al gobierno de Joe Biden que cree una lista de pasajeros conflictivos a nivel de todo el país a los que se les prohíba viajar de por vida (Un millón de dólares, multa para los pasajeros conflictivos).
Ed Bastian, el director general de Delta, escribió una carta al fiscal general, Merrick Garland, en la que le pide que el Departamento de Justicia cree una lista nacional de viajeros vetados para quienes tengan conductas incómodas a bordo. Según la aerolínea, sólo Delta tiene ya unos dos mil individuos excluidos de sus vuelos.
Delta ha dicho que ha intentado que estos pasajeros sean sancionados, pero que aún está en ello.
El director general considera que una lista nacional podría evitar que este tipo de viajeros, identificados en una aerolínea, sigan volando en las demás, extendiendo el problema a otras. Es, dice, una manera de prevenir futuros incidentes y servir como aviso para otros viajeros que tengan tentaciones de no cumplir con las instrucciones del personal.
Aunque parezca un tanto exagerado, pero con el Covid las exageraciones hoy están a la orden del día, en Estados Unidos sólo hay una situación comparable, en la que estas medidas se aplican en toda la aviación y son los casos de terrorismo.
Sólo en enero se sometió a juicio a tres mujeres que en septiembre pasado atacaron a tripulantes de Delta en el aeropuerto de Nueva York. La compañía considera que no habrían embarcado de haber existido estas listas.
Sólo en enero se sometió a juicio a tres mujeres que en septiembre pasado atacaron a tripulantes de Delta en el aeropuerto de Nueva York. La compañía considera que no habrían embarcado de haber existido estas listas.
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