La frecuencia de los servicios aéreos anuales entre los Estados Unidos y Cuba va a caer un 20% en este mes de septiembre.
Las aerolíneas estadounidenses, American Airlines, Delta Air Lines y Southwest Airlines, han venido operando hasta 91 vuelos a la semana cada verano, una cifra que ahora caerá por la falta de demanda.
La caída de la capacidad aérea, resultante de la reducción del número de vuelos semanales entre las Estados Unidos y Cuba, tendrá consecuencias directas por tanto turismo y viajes de negocios. Al reducir sus operaciones sus operaciones, no se descarta un incremento en los precios de los billetes, lo que significa que el viajar a Cuba les resulte más caro a los ciudadanos estadounidenses.
Y es que turistas estadounidenses siguen siendo esenciales para estabilidad económica en el sector turístico de la mayor de las Antillas.
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