Además de la restricción que permite sólo el regreso de 600, que hace días se extendió a 742 viajeros por día, ahora las agencias de viaje temen que las medidas se tornen más abusivas aún bajo la justificación de que “los viajeros no cumplen la cuarentena o el protocolo establecido”. (Argentina flexibiliza el número de pasajeros que puede entrar al país)
Tras alguna nota en prensa nacional que indicaba que el 22% de los bonaerenses no han cumplido esta norma desde inicio de mes, funcionarios del Gobierno advierten la “gravedad” del incumplimiento ciudadano y dejan leer entrelíneas que las medidas podrían ser más restrictivas.
“Estamos detectando que aquellas personas que tenían que hacer el aislamiento obligatorio en sus hogares, a partir del operativo que hicimos casa por casa, no estaban cumpliendo el aislamiento. Es una situación gravísima en términos sanitarios”, volvió a explicar este martes el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, para argumentar la medida que obliga a los viajeros que ingresan al país -y residen en la provincia de Buenos Aires- a aislarse durante los primeros cuatro días tras su retorno en hoteles y los tres restantes en sus domicilios.
Tras ese tipo de declaraciones y resonancia en los medios de comunicación, las agencias indignadas reformulan la mirada: en lugar de prohibir tanto deberían ser eficientes en los controles y habilitar más puntos de entrada al país en lugar de concentrarlo en la capital porteña, aseguran.
“Mientras el Gobierno no aplique un control “serio” a los requerimientos que ellos mismos inventan, es inviable todo. Si deciden una nueva restricción, por lo menos que estén preparados para controlar su cumplimiento así después no siguen sufriendo nuevas limitaciones quienes sí cumplen”, expresó una profesional de grupo de agencias de viajes a quien se adhirieron numerosos colegas.
“Mientras el Gobierno no aplique un control “serio” a los requerimientos que ellos mismos inventan, es inviable todo
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