El balance de turismo receptivo en la isla de Margarita es una caída sistemática de 91% en relación a los últimos siete años y de 60% comparándolo con la temporada de carnaval del 2016.
El análisis corresponde al presidente de la Federación de Colegios de Profesionales de Turismo de Venezuela, Francisco Briceño, quien soportando los datos en la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), da cuenta que enero cerró con una merma de 95% en venta de boletos nacionales y de 97% en rutas internacionales.
Específicamente refiriéndose al asueto de carnaval, Briceño sostiene que la caída es de 54%, pues aunque la movilización aérea y marítima fue de poco más de 7 mil personas, solo unas 4 mil 900 son turistas, es decir que la ocupación hotelera estuvo en alrededor de 8,6%, “los demás números que se den son sueltos y maquillados, de hecho cuando se informó que en carnaval se movilizaron 8 millones de personas, no se menciona Margarita, aún cuando es el destino turístico nacional por excelencia”.
“Lo importante en este momento es que más allá de declaraciones se mida el impacto que están teniendo las acciones, porque los margariteños no quieren escuchar el número de turistas que vino, sino que se reactive el empleo, que los jeep tour no trabajen de taxi sino que muevan turistas, quieren ver gente en la playa consumiendo, porque eso es lo que indica que verdaderamente se está reactivando la economía, lo que ahorita tenemos son contrataciones colectivas paradas, desempleo, cierre de comercio”, afirmó el especialista.
Briceño señala que es muy importante el esfuerzo que está haciendo el sector privado para mantener activo el turismo, y menciona que simultáneamente los operadores están asistiendo a la feria de Anato en Colombia, la ITB de Berlín, se preparan para el Margarita Travel Mark by Avior y esperan el encuentro de Avavit en Caracas, “pero nada de eso podrá cristalizar en negocios, sin políticas públicas asertivas, pues como empresario no puedo cerrar negociaciones de vuelos charters o flujo de comercialización internacional si no cuento con la permisología y el compromiso del gobierno para abastecer los centros de atención turístico“.
En resumen, Briceño considera que antes de originar la participación en ferias de promoción, debieron haberse tomado un compendio de decisiones que dieran base a la oferta, “ahora la presencia sirve para entregar tarjetas de presentación y mostrar mucha simpatía, que servirá para que no se olvide el destino y cuando en algún momento las políticas públicas del ministro y el aparataje del gobierno apunten a la recuperación nos tomen en cuenta, pero por lo pronto, resultados contundentes, no pueden traer porque están imposibilitados”.
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