martes, 15 de noviembre de 2016

NEGOCIACIONES Dr. Carlos Rojas Psiquiatra y miembro de la Sociedad Civil Carabobeña.


Cuando se negocia, siempre es posible pedir más. Si fuese yo el que hace la lista de exigencias, mañana mismo estaríamos cambiando de gobierno, o por lo menos, estaríamos a las puertas del revocatorio pasado mañana.

Estoy seguro que Chuo Torrealba, Carlos Ocariz y la MUD entera estarían muy felices con un titular que diga "Derrotado gobierno. Revocatorio en treinta días". No creo que Henry Ramos Allup, Henrique Capriles y Leopoldo López quieran menos que yo, o que la mayoría de nosotros, salir de este gobierno. No he luchado tanto como María Corina, pero estoy seguro que quiero tanto como ella un cambio de gobierno.

Ahora bien, es muy difícil quedar satisfecho con cualquier acuerdo. El rostro de Ocariz y el de Chuo Torrealba expresaban un profundo malestar. El mismo -lease bien, el mismo- que en este momento arde en las redes sociales.

Nadie está satisfecho. Yo también quiero más.

Ahora bien, ¿cuánto más es posible? ¿Dónde está el mínimo aceptable? Porque el máximo es muy fácil de proponer, allí el consenso no tiene problemas.

El problema más grave es con el mínimo. Uno de mis mínimos es la libertad de todos los presos políticos. Allí no tengo ninguna duda…

Pero hay algo más. No estoy seguro que con estos tramposos y mentirosos haya ninguna garantía de palabra cumplida. Eso me lo preguntó un amigo… ¿Quién garantiza el cumplimiento de un acuerdo mínimo? No sé la respuesta. Si tuviera dos portaaviones, a lo mejor no necesitaría ni siquiera del acuerdo, ni el mínimo ni el máximo.

Es una ironía, pero también es un llamado de atención sobre nuestra debilidad para imponer lo deseable. Tenemos una gran fortaleza en estructura argumental, legitimidad jurídica, principios democráticos y apoyo popular. Eso lo hemos demostrado bastante bien, y es lo que ha llevado al gobierno a sentarse en esa mesa que a ninguno complace…

Nadie ha colgado los guantes ni se ha rendido. No queda otra que seguir luchando.

Aunque me caigan encima, reitero mi respaldo a la MUD..

Y no hubo milagros. Eran seres humanos negociando, ninguno portaba poderes divinos…

"QUIEN LE PEGA A LOS SUYOS SE ARRUINA".

¡CALMA, PACIENCIA Y CORDURA!