Foto: Pisapasito |
Cuando preguntamos si debíamos sacar una nueva edición de La Guía Valentina Quintero, los viajeros dijeron que sí. Por eso los complacimos. Nos dedicamos a patear el país en un desenfreno entre feliz y doloroso durante ocho meses para revisar lo que ya conocíamos y descubrir lo nuevo. Conseguimos aliados solidarios en todas partes que nos dieron datos o recorrieron algunas regiones actualizando información que les dimos y aportando la suya. Teníamos guardados los viajes de los siete años anteriores que fue cuando salió la última edición de nuestra guía.
Y llamamos al equipo de siempre. El que ya sabe cómo es el agite de hacer La Guía Valentina Quintero. Arianna Arteaga Quintero –mi única hija– en la fotografía y bastantes viajes. Antonio Quintero –mi hermano– en el diseño, pues interpreta mis emociones. Elena Roosen en la diagramación porque es muy minuciosa y exigente. María Fernanda Ortega en el apoyo de investigación, pues tiene todos los datos ordenados y archivados. Los mapas son de Ingeolan –como siempre– y edita Editorial Arte, nuestro aliado desde hace 18 años. La comercialización estuvo a cargo de Tatiana Pegan, un verdadero tesoro.
Cómo usarla. La Guía Valentina Quintero 20 años volvió a sus orígenes. Está dividida en las cuatro regiones del país: selva, llano, costa y montaña. En cada una se agrupan los estados que la representan y en cada uno de ellos hay una o varias rutas. En ellas indicamos los regalos de la naturaleza, los guías confiables, para visitar, ligeros de equipaje y en otra sección los útiles datos para dormir, comer y curucutear. Siempre aparecen los teléfonos, correos electrónicos, páginas web –si las tienen– y todas sus redes sociales para que puedan comunicarse de múltiples formas.
Es muy sencilla de usar, el formato es ligero y portátil para llevarla de viaje en la cartera, el morral o la guantera. Le sumamos una sección muy personal. Se llama “Lo que yo haría”. Ahí hago una lista de las cosas que me desmoño por hacer en cada estado. Es totalmente subjetiva y emocional. Agregué corazoncitos –como los de Like– en las cosas que adoro por cualquier razón. No hay criterios ni estadísticas. Solo me gustan y ya.