Ya estamos en navidades. El año pasó volando y llegamos a la época de paz, de familiaridad, de repartir regalos y ternura a todos los que nos rodean. Es el momento del año de estar alegres, pese a todas las dificultades que podemos haber pasado. Es también tiempo de recordar a nuestros seres queridos que están lejos, o que ya no nos acompañan en esta vida. Por eso la navidad es una especie de reencuentro con uno mismo, el tiempo de hacer inventarios de lo que hemos vivido, y lo que nos falta por vivir. Cuando yo era pequeño esperaba con ansias el 31 de diciembre de cada año, para darle gracias a Dios por haberme permitido asomarme a un nuevo año. Hoy que la madurez me hace darle otras miradas a la navidad, sigo dando gracias a Dios, pero por permitirme viajar y compartir sentimientos buenos con tantos seres queridos.
Algo magnífico que tienen las navidades en Venezuela para nuestro espíritu, son los asuetos. Desde el 15 de diciembre hasta el 15 de enero, parece que no se moviera una hoja en nuestro país. Muchas empresas planifican sus vacaciones colectivas en ésta época, los servicios entran en una especie de modo somnífero, la administración pública se afloja y pareciera que no se toma ninguna decisión importante en navidades. Por eso es el tiempo ideal para irse de vacaciones, para visitar a los familiares, para relajarse y recuperar fuerzas de manera de llegar al año que viene renovado. Es tiempo de hacer buenos propósitos y de reflexión profunda.
Por eso hoy le recomendamos hacer un alto en sus actividades y permitirse un acto de sanación mental: sálgase de su rutina y váyase de vacaciones a cualquier rincón bello de Venezuela. En estas vacaciones navideñas hay tantos lugares espectaculares a donde ir en Venezuela, que provoca tener más días para ir a cada uno de ellos. Pero como las navidades son unas fechas muy especiales, ya que es el momento del año cuando mejor consentimos a nuestros seres queridos, entonces hay que escoger muy bien el destino para su viaje. Estas son fechas absolutamente familiares y aunque la pasemos con amigos fuera de casa, siempre recordaremos a nuestros parientes en la cena de Nochebuena, o el 31 de diciembre cuando termina el año y comienza otro.
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