miércoles, 17 de julio de 2013

Escalada de desempleo alimenta el “bachaqueo”

Un grupo de personas hace fila para adquirir productos en el abasto Bicentenario de 5 de Julio (Foto: Alejandro Paredes Pérez).
Raima Rujano, investigadora social, resalta las necesidades de un plan integral contra el contrabando de alimentos por las consecuencias y riesgos de violencia. La discriminación y el quiebre de la sociedad se fortalecen con el aumento de la desocupación laboral.

El desempleo se ubicó en 7,8 por ciento en mayo en Venezuela. Los datos regionales se desconocen. Solo se informó que Zulia es la región con mayor población; superaba los tres millones de habitantes hasta 2011. Informes del Instituto Nacional de Estadística y del Banco Central de Venezuela revelaron el desequilibro en la fuerza de trabajo y la tasa de desocupación.

Esa situación empuja a la búsqueda de llevar el sustento a los hogares. Raima Rujano, trabajadora social, explicó que el desempleo fortalece el contrabando y el negocio ilegal de alimentos, pese a estar bajo control y vigilancia del Gobierno. "Es una manera fácil de obtener recursos que permiten vivir el día a día. Es una cuota diaria para solventar los gastos diarios que impone la vida".

La especialista consideró que un abanico de ofertas de empleo incidirá a favor de reducir la actividad ilegal, aunque reconoció que la escasez y el desabastecimiento crean el escenario "fácil" e inmediato para lograr ingresos en tiempos cuando la inflación de los bienes trepa a 25 por ciento al cierre de 2013. Estimó que con más puestos de trabajo cae el facilismo y "la gente no estaría inmersa en eso".

Advirtió que no se puede contener el "bachaqueo" atacando una sola "arista del problema". Pidió ampliar el contexto, afinar planes integrales porque la presencia y actuación de las familias dedicadas a sacar productos de los supermercados, perjudicando a otras, se vincula con "lo cultural", siendo el peligro la radicalización xenofóbica de un sector de la sociedad hacia otro, que en este caso sería el "más vulnerable".

Rujano alertó de actitudes discriminatorias y de que "se crea una relación despectiva hacia el indígena", que "ya tiene un estereotipo" y se difunde una imagen asociada: indígena-"bachaquero". Desde otra perspectiva, advirtió del "riesgo de inseguridad" en el que están quienes necesitan abastecerse. Y es que al no estar garantizado el derecho a escoger, a tener la comida, surge la "conformidad", la gente se "deprime" y se desconfía de la gestión política.

Por Yasmín Ojeda Ruiz / La Verdad.com