Las Fiestas Juninas son, junto con el tradicional Carnaval, una de las fiestas populares más convocantes de Brasil y un evento cultural que se celebra de norte a sur del gran país sudamericano.
Junto con el solsticio de invierno en el hemisferio sur, las calles de las principales ciudades se contagian con cultura popular nacida a partir de las fiestas dedicadas a San Antonio (13 de junio), San Juan (24 de junio) y San Pedro (29 de junio).
En Brasil, el mes de junio es tiempo de vestir ropas coloridas, bailar música de forró —un ritmo típico del Nordeste— y celebrar con fogatas y deliciosa comida típica.
Las fiestas de junio, o Fiestas Juninas, son algo más que celebraciones religiosas: son la expresión viva de la cultura popular, de la alegría brasileña y de la fuerza de las tradiciones regionales.
Quien visita el país en esta época del año encuentra un Brasil que palpita en las calles, en los bailes y en los sabores. Con influencias europeas, indígenas y africanas, las Fiestas Juninas toman ciudades enteras, transformando las plazas, parques y barrios.
Participar en ellas implica una inmersión cultural llena de sonrisas, ritmos contagiosos y una cálida hospitalidad, incluso en las noches más frías del invierno tropical.
Las fiestas se originaron en las tradiciones europeas del solsticio de verano y fueron llevadas a Brasil por los colonizadores portugueses. En el hemisferio sur, coinciden con el solsticio de invierno y se unen a la devoción popular por tres santos que se homenajean en el mes de junio: San Antonio, San Juan y San Pedro.
Con el tiempo, las fiestas aportadas por los portugueses fueron absorbidas y adaptadas por las comunidades rurales del Nordeste brasileño, hasta lograr el carácter propio de las Fiestas Juninas que, de norte a sur del país, se festejan con bailes tradicionales, vestimentas típicas y gastronomía basada en el maíz, uno de los principales productos de la temporada.
Siete lugares donde vivir las Fiestas Juninas en 2025
Caruaru, Pernambuco
Una ciudad entera bailando al mismo tiempo: así es como Caruaru celebra São João (San Juan), una de las mayores fiestas de junio del mundo. Conocida como la Capital del Forró, la ciudad bulle con conciertos de artistas de renombre, ferias de artesanía, concursos de cuadrillas y puestos con delicias nordestinas como el pastel de maíz y la “carne-de-sol con macaxeira” (carne seca y frita con mandioca).
El programa es intenso y electrizante, y el ritmo contagioso hace que hasta los más tímidos se arriesguen a dar pasos animados con lugareños sonrientes y acogedores. Aquí se pueden descubrir también los tradicionales “bacamarteiros”: son soldados, vestidos como en los tiempos de la Guerra de la Triple Alianza (Brasil contra Paraguay, 1864-1870), que disparan sus escopetas al aire en las noches festivas.
Campina Grande, Paraíba
Como competidora histórica de Caruaru, Campina Grande se toma muy en serio su São João. Conocido como “El San Juan más grande del mundo”, el evento transforma el Parque do Povo en un baluarte de la cultura nordestina, con fuegos artificiales en el cielo, “bodas de matutos” (la representación cómica de un matrimonio rural), desfiles de cuadrillas, puestos de comida típica y multitudes cantando al son del forró durante más de 30 días de programación.
Está considerado uno de los mayores festivales de Brasil. Con más de 40 años de historia, reúne millones de personas con música, danzas, comidas típicas y artistas como Alceu Valença y Henrique & Juliano.
En 2024 pasaron por el Parque do Povo 2,9 millones de personas en 33 días de fiesta.
San Luis, Maranhão
Aquí se realiza el “Bumba Meu Boi” (“golpea mi buey”), más que una fiesta un ritual, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. En São Luís, el ciclo de junio adquiere contornos mágicos con los coloridos bueyes que desfilan por las calles al son de tambores y canciones típicas llamadas “toadas”.
El desfile es competitivo —el ganador se decide por el voto del jurado y el aplauso del público— y representa, con música y disfraces, la leyenda de un buey que muere y vuelve a la vida. Para los turistas, es un espectáculo visual y espiritual, en el que cada grupo cuenta una historia con danza, música y trajes deslumbrantes.
Mossoró, Río Grande del Norte
Mossoró ofrece una experiencia que mezcla historia y arte. Además de los espectáculos tradicionales y del Festival Quadrilhas Juninas, el espectáculo "Chuva de Bala no País de Mossoró" transporta a los visitantes al pasado, relatando la resistencia de la ciudad contra la banda del Lampião, un bandido brasileño activo entre las décadas de 1920 y 1930.
Para los que buscan algo más que una fiesta, se trata de una emocionante experiencia teatral, representada al aire libre, con acento, orgullo local y luces que bailan con el público.
Aracaju, Sergipe
Aracaju sabe recibir a la gente. Durante São João, el paseo marítimo y el centro de la ciudad cobran vida con familias enteras bailando juntas, banderas ondeando al viento y espectáculos que unen generaciones. Sorprende la alegría espontánea, la invitación a participar y a probar comida típica recién hecha. El calor humano de Sergipe es lo más destacado.
Arraial de Belô, Belo Horizonte, Minas Gerais
Belo Horizonte no está en el Nordeste, pero celebra São João con el mismo entusiasmo. El Arraial de Belô, como se conoce a la fiesta, tiene un encanto urbano, con fiestas en plazas, escuelas y centros culturales.
Hay muchas cuadrillas y comida sabrosa, todo con ese toque de Minas Gerais que a todos encanta. Es una buena ocasión para probar dulce de leche y “caldinho de feijão” (guiso de porotos), preparándose para bailar con el corazón abierto.
Corumbá, Mato Grosso do Sul
A orillas del río Paraguay, el Arraial de Banho de São João (como se conoce a la fiesta en la localidad de Corumbá) es una de las fiestas juninas más singulares de Brasil.
Celebrada en la región del Pantanal de Mato Grosso do Sul, forma parte del Patrimonio Cultural e Inmaterial de Brasil. La tradición aúna fe, música y naturaleza.
Durante toda la noche del 23 de junio, cientos de carrozas decoradas con la imagen de São João descienden por las laderas de la ciudad hacia el río, donde se bañan simbólicamente en sus aguas. El ritual se acompaña de procesiones, misas, actuaciones folclóricas y mucha comida típica local.
Música y gastronomía, el alma de la fiesta
El forró sigue siendo el ritmo esencial, acompañado por otros géneros como el sertanejo y el piseiro. Grandes artistas como Ivete Sangalo, João Gomes y Wesley Safadão encabezan los shows.
En la cocina, el maíz es protagonista: pamonha, bolo de milho, curau, canjica. Las bebidas calientes como el quentão (aguardiente con jengibre y especias) y el vino caliente acompañan las noches festivas.
Para quienes desean algo más que sol y playa, las Fiestas Juninas son una puerta a un Brasil diferente. El viaje es accesible y seguro, con 7 rutas directas entre España y Brasil, que salen desde Barcelona y Madrid con destino a Sao Paulo (GRU y VSP), Fortaleza, Bahía, Recife y Río de Janeiro. Muchas fiestas son gratuitas y se celebran en espacios abiertos, lo que permite vivir de cerca la hospitalidad brasileña, la música en vivo y una rica tradición que se transforma sin perder sus raíces.
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