El empresario Frank Rainieri, indicó en el que la región se prepara para enfrentar más de 31 millones de toneladas de sargazo y calificó el fenómeno como una «plaga» que requiere atención internacional.
En esa línea, reiteró la necesidad de establecer centros de investigación con apoyo gubernamental que propicien soluciones sostenibles tanto para la recolección como para la reutilización del sargazo.
El empresario turístico indicó que se ha trabajado con expertos de varios países, pero aún no se ha encontrado una solución eficiente para la recolección del sargazo ni para darle un uso rentable al alga.
Resaltó la necesidad de que los proyectos que se ejecuten en la República Dominicana sean autosostenibles y vayan de la mano con la naturaleza para garantizar su permanencia en el tiempo.
Durante su intervención en la Cumbre de Conservación: Financiamiento de un Futuro Positivo para la Naturaleza en República Dominicana, organizada por la entidad The Nature Conservancy, el fundador del Grupo Puntacana narró cómo el colectivo logró convertir desafíos encontrados durante el desarrollo de los proyectos del grupo en oportunidades para fomentar la conservación ambiental.
«Cuando hacemos pequeñas cosas, tenemos grandes satisfacciones», reflexionó.
Rainieri destacó que una de las acciones asumidas por el Grupo Puntacana está relacionada con el uso del agua durante el desarrollo de proyectos turísticos como un campo de golf.
«El acuífero de Punta Cana no cubría la demanda de agua de un campo de golf, que es de prácticamente un millón de galones de agua al día. ¿Qué hicimos? Iniciamos lo que hoy ya se ha convertido en algo común en toda la región porque vieron ese ejemplo: comenzamos a reciclar las aguas», sostuvo.
«Hoy en el Grupo Puntacana estamos reciclando cuatro millones de galones de agua al día. Todas las áreas verdes, los tres campos de golf, están siendo irrigados con agua reciclada. No usamos el agua del subsuelo para los campos de golf; lo usamos cuando es reciclada (…) Fíjense cómo lo que era un problema lo fuimos convirtiendo, poco a poco, en cuidado del medio ambiente, buscando ese equilibrio que hay que tener», añadió.
Rainieri manifestó que el manejo de los residuos sólidos fue otro reto. «Comenzamos a buscar soluciones porque teníamos todos los desechos de los hoteles que poseemos, del aeropuerto, de las casas de familia, etcétera».
Explicó que entre las acciones asumidas para hacer frente a los residuos sólidos figuraron la clasificación de los residuos y el uso de lombrices californianas para convertir los desechos en abono.
Recordó que, actualmente, el grupo ha apostado por el Earth Flow, un sistema a gran escala con el que se proyecta procesar, anualmente, entre 1,400 y 3,000 toneladas métricas de residuos orgánicos generados por más de 2,000 residencias, múltiples hoteles, campos de golf, restaurantes y el Aeropuerto de Punta Cana.
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