Centroamérica se posiciona como uno de los destinos más destacados del mundo para el aviturismo, gracias a su riqueza natural y su biodiversidad.
El conjunto de la región, reconocida por ser un puente ecológico entre América del Norte y América del Sur, ofrece una amplia variedad de hábitats ideales para la avifauna.
Desde exuberantes cordilleras montañosas y valles fluviales hasta bosques de manglares y extensas líneas costeras, el territorio centroamericano alberga una impresionante diversidad de especies de aves.
La National Audubon Society ha destacado que, en los países de Centroamérica, se han registrado más de 4-500 especies de aves, consolidando a esta región como una de las más ricas en avistamientos del hemisferio occidental.
Todo ello destaca la importancia de Centroamérica como un santuario natural para los amantes de las aves, ya sean aficionados o profesionales.
Así, el aviturismo en Centroamérica se ve enriquecido por eventos como el Global Big Day, celebrado el pasado octubre, un evento que coincide con los patrones de migración de las aves y ofrece una oportunidad única para observar una gran cantidad de especies en su entorno natural.
En Belice, los entusiastas del aviturismo pueden explorar lugares emblemáticos como el Santuario de Vida Silvestre de Cockscomb Basin, el Santuario de Vida Silvestre de Crooked Tree y el Parque Nacional Blue Hole, donde guías especializados ofrecen servicios de avistamiento.
Guatemala, por su parte, destaca con cinco grandes áreas dedicadas a la observación de aves: Cerro–Altiplano, Frontera México-El Salvador, Caribe Oriente, Las Verapaces y Petén. Estos sitios ofrecen una experiencia inolvidable para quienes desean sumergirse en la riqueza avifaunística de la región.
El Salvador también ofrece múltiples opciones para los observadores de aves, con destinos como el Parque Nacional Montecristo, el Volcán de Santa Ana, el Parque Bicentenario, el Lago Coatepeque y la Bahía de Jiquilisco. Cada uno de estos lugares proporciona un entorno único para el avistamiento de especies locales.
En Honduras, los aventureros pueden visitar el Parque de Aves y Reserva Natural Montaña Guacamaya (Macaw Mountain) en Copán, el Parque Nacional Cerro Azul Meámbar, la Subcuenca del Lago de Yojoa y el Parque Nacional Pico Bonito, todos ellos reconocidos por su abundante vida aviar.
Nicaragua, con sus espectaculares reservas naturales como la isla de Juan Venado, la Reserva El Jaguar, la Reserva de Biosfera de Bosawás y la Reserva de Biosfera de Río San Juan, también es un destino predilecto para los observadores de aves, ofreciendo un contacto cercano con la naturaleza en su estado más puro.
Panamá, reconocida como uno de los diez mejores destinos a nivel mundial para la observación de aves, ofrece maravillas como el Parque Nacional Metropolitano, el Parque Nacional Soberanía, Gamboa, Cerro Azul y Cerro Jefe.
Durante la migración, es posible admirar cerca de un millón de especies en estos parajes. Además, infraestructuras especializadas como la torre del Panama Rainforest Discovery Center y la Canopy Tower están diseñadas para ofrecer una experiencia óptima a los observadores de aves.
La República Dominicana es otro destino de ensueño para los amantes de la ornitología. Lugares como Constanza, el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, el Parque Nacional Cotubanamá, Laguna Oviedo y Punta Cana son oasis donde se concentra una gran diversidad de vida alada.
De esta manera, el destino Centroamérica y la República Dominicana se posiciona como inigualable para el aviturismo, con especies tropicales y endémicas, invitando a exploradores y naturalistas a descubrir la asombrosa biodiversidad que estos países tienen para ofrecer.
Expreso
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