El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) habría permitido la destrucción de muchos edificios y monumentos, así como contextos arqueológicos, en la obra del Tren Maya, dijo Bolfy Cottom, coordinador general del Seminario Permanente de Investigación de Patrimonio Cultural.
Explicó Cottom que los arqueólogos realizan una exploración metodológica a lo largo de los 1554 kilómetros trazados del tren, coordinados por el Instituto; pero para su sorpresa después de haber hecho su labor atrás venía la maquinaria destruyendo todo a su paso.
“Me pregunto dónde están las miles de piezas que el INAH inventarió, porque los arqueólogos también nos envían datos cuando limpian un terreno con las máquinas; he visto pasar volquetes (camiones de carga) de un lado a otro con piedra arqueológica”, señaló el también escritor y antropólogo.
Comentó que a eso se suma que en las comunidades, las personas que tienen terrenos ejidales y que encuentran dentro de su propiedad monumentos arqueológicos, los están destruyendo y venden la piedra para la construcción del Tren Maya; algo que el propio INAH lo ha permitido, pese a que tiene la autoridad para presentar demandas contra quien destruye el patrimonio cultural.
“Las máquinas que perforan las cuevas para la colocación de pilotes están dañando el subsuelo de 10 mil años de antigüedad, restos humanos antiguos, la fauna prehistórica, modifican la superficie y el patrimonio arqueológico y paleontológico que cuando se quiera estudiar va a ser prácticamente imposible”, afirmó el arqueólogo e investigador.
Como lo informó REPORTUR.mx, de acuerdo con el reporte del Tren Maya Vía Transparencia, se informó que en los primeros cinco meses de funcionamiento se destinaron 1,470 millones de pesos para gastos de operación y solo alcanzó 84 millones 997 mil pesos por venta de boletos, lo que representa apenas el 6% del gasto. (Tren Maya: confirman fracaso económico tras 5 meses de funcionamiento).
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