Las promesas del gobernador republicano del estado de Florida, Ron DeSantis, de abrir una cárcel y sumar peajes cerca de los terrenos de Walt Disney World han generado preocupación y alerta en las agencias de viajes receptivas, mayoristas y transportistas ya que eso perjudicaría sensiblemente al turismo y, por ende, a sus ingresos.
“Nos puede afectar demasiado debido al hecho de que sería un cargo adicional que eventualmente lo tendría que pagar el cliente. El estado ganaría por esto porque estaría recolectando más impuestos por medio de los peajes, pero nosotros de alguna manera u otra se lo tendríamos que pasar al cliente como tal porque nosotros no vamos a cubrir ese gasto”, dice un operador afincado en Florida en diálogo con REPORTUR.us.
Ambas iniciativas, construir una cárcel y agregar peajes en la entrada de Disney, se enmarcan en el conflicto que crece entre el líder republicano con aspiraciones presidenciales y la megaempresa.
La disputa viene desde el año pasado cuando el congreso, controlado por el partido de DeSantis, promulgó una ley que prohíbe conocimientos sobre educación sexual integral, y saberes sobre género, conocida como “Don’t say gay”. La política de tolerancia cero del político contrasta con la apertura manifestada por Disney con el colectivo LGTIB+Q.
Disney había guardado silencio sobre el controvertido proyecto. Pero más adelante el presidente ejecutivo, Bob Chapek, se disculpó por no haberse pronunciado antes. Y algunos empleados de la empresa organizaron huelgas y manifestaciones contra DeSantis. (DeSantis anuncia que Florida llevará a Disney ante los tribunales)
La victoria de fondo que busca DeSantis es eliminar el estatus especial que permite a Disney operar como un autogobierno su parque temático ubicado en el área de Orlando.
“DeSantis quiere ser presidente de Estados Unidos y pelearse con Disney le da visibilidad. Recuerda que el gobernador DeSantis es pasajero, eventualmente va a salir de la gobernación del Estado de la florida mientras que Walt Disney World va a seguir estando acá por muchos años más”, agrega otro operador receptivo.
La política de tolerancia cero del político contrasta con la apertura manifestada por Disney con el colectivo LGTIB+Q.
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