El servicio de taxi que se ofrece en Cancún está generando una pésima imagen del destino a nivel internacional. Los turistas a través de las redes sociales manifiestan que se trata del negocio “más corrupto del mundo” y aconsejan que es mejor utilizar el transporte urbano que, aunque sigue siendo malo, es más barato.
Chad Scott, un bloguero especializado en viajes, contó su experiencia en sus redes, describiendo una grave situación de engaños, fraude y abusos por parte de los taxistas y denuncia que ninguna autoridad se hace cargo de poner orden.
“Quise utilizar un Uber, pero me dijeron que era literalmente arriesgar mi vida porque sus choferes son agredidos por los taxistas”, señala Scott en un video que ya tiene amplia circulación en Tik Tok y otras redes. “¿Saben cuál es el negocio más corrupto en todo el mundo? Está en Cancún y se trata del servicio de taxi”, sostiene al abrir su blog que denominó Crónicas de Cancún. “Mi esposa y yo llegamos hace unos días a Cancún y por primera vez nos hospedamos en un hotel fuera de la zona hotelera. Fue un dolor de cabeza darnos cuenta que la parada del autobús nos quedaba lejos, por lo que a cualquier lugar que fuéramos había que usar taxi”, comenta el bloguero.
Señala que “literalmente estábamos a dos millas o menos de la zona hotelera. Pedimos un taxi para ir a comprar algo de comer. Primero, del hotel fuimos a un banco y me cobraron 25 dólares; del banco a un súper otros 25 dólares, y del súper al hotel 25 dólares más; me parecía increíble”, señala.
“Decidí ver si funcionaba el Uber y era increíble que por las mismas dos millas me iban a cobrar dos dólares por esa plataforma; pedí uno, pero ningún chofer tomó mi viaje”, indicó. “Le pregunté a un empleado del hotel por qué el Uber no tomó el viaje y me advirtió que tomar el viaje me podría costar literalmente la vida. Yo estaba impresionado de esta situación”, enfatizó el influencer.
“En estas condiciones la única manera de llegar a la zona hotelera es por medio de un autobús o de un coche rentado, para conducir bajo tu propio riesgo, porque los automovilistas en la zona hotelera están absolutamente locos”, advirtió el conocido bloguero de viajes.
Señala que “literalmente estábamos a dos millas o menos de la zona hotelera. Pedimos un taxi para ir a comprar algo de comer. Primero, del hotel fuimos a un banco y me cobraron 25 dólares; del banco a un súper otros 25 dólares, y del súper al hotel 25 dólares más; me parecía increíble”,
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