jueves, 4 de agosto de 2022

Ita Airways, en campaña electoral

 

La caída del Gobierno de Mario Draghi en Italia ha supuesto la convocatoria de elecciones generales para el próximo 25 de septiembre. Desde hoy mismo, ya saben de qué hablamos: todo vale para conseguir robar votos al otro partido; hay que construir una identidad y todo vale.

El asunto interminable de Alitalia, hoy Ita, no tenía que haber ocupado la atención de nadie de no ser porque Mario Draghi, en el último momento, dijo a un periódico que la privatizaría antes de marcharse. Y eso disparó la atención de todos los partidos –y la mirada atenta de los sindicatos– lo que augura que el desenlace de esto es completamente imprevisible. Lo peor que podía pasar (Lufthansa, a horas de hacerse con la propiedad de Ita Airways).

TTG Italia, el portal especializado en turismo, con gran acierto, titulaba ayer así “Ita entra en campaña electoral”. Y es verdad. Además, quien se ha lanzado sobre el tema es Giorgia Meloni, la líder de los Hermanos de Italia, un partido nuevo, ultraderechista, que deja a Mateo Salvini, de La Liga, en aprendiz. Meloni tiene que crear una agenda de temas que le permitan diferenciarse de Salvini. Y todos contra la izquierda que, por su parte, también tiene que construir su agenda.

Meloni se anticipó a sus rivales diciendo que “espero que el presidente Draghi desmienta la hipótesis de una aceleración del proceso de venta de Ita a Lufthansa. Es un tema del que se está hablando mucho en los medios y que literalmente nos hace saltar, dado que el gobierno ha renunciado y no debe de tomar decisiones”.

Esto ha bastado para poner los focos sobre Ita.

Draghi pretendía venderla en una semana o dos, haciendo una interpretación un tanto particular de la legislación. El comprador sería el consorcio integrado por la naviera MSC y la alemana Lufthansa. O sea que Italia ha pagado miles de millones en pérdidas, ha comprado ahora los aviones de la nueva compañía, la pone en marcha y cuando ya casi está lo peor, la vende. Esto se puede ver como quitarse más pérdidas de encima o, segunda lectura, como regalar el patrimonio estatal, vender la vajilla (ITA estrena un nuevo Airbus A350-900 con su librea azul).

Meloni lo coge por lo segundo, que no es una visión muy derechista: “Ahora que nos hemos enfrentado a sacrificios indecibles para reducir costes hay que evaluar con atención a la presencia del Estado en la empresa y a la participación accionaria de otros socios”. Aquí, como ven, no hay ni derecha ni izquierda, sino votos. Esperen que los demás también se lanzarán sobre este asunto, como toca cuando hay votos que rascar.

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1 comentario:

  1. Aquí, como ven, no hay ni derecha ni izquierda, sino votos. Esperen que los demás también se lanzarán sobre este asunto, como toca cuando hay votos que rascar.

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