domingo, 21 de agosto de 2022

Air Europa tiene difícil revertir su absorción por Iberia


El dueño del 80 por ciento de Air Europa a través de Globalia, Pepe Hidalgo, se manifestó en contra de que IAG, tras tomar el 20 por ciento del capital de su aerolínea, acabe sumando la mayoría accionarial, pese a haberlo pactado con ellos que así fuera hasta en tres ocasiones, y pese a la fuerza de los acreedores para culminar la operación.

Hidalgo argumenta en que la matriz de Iberia no es europea y en que las autoridades de Competencia de Bruselas no lo van a permitir. «No es posible una fusión de Iberia y Air Europa porque la ley se lo impide. La ley le dice claramente que una compañía que no sea de la Unión Europea no puede tener más del 49% del accionariado de una aerolínea europea. IAG, al no ser europea con el Brexit, no puede tener más de ese porcentaje. Podrá llegar hasta el 49% si llegamos a un acuerdo, pero no más», aseguró el presidente de Globalia.

No obstante, el comprador sería Iberia, radicada en España, y pese a tener un accionista basado en Londres pero que cotiza en Bolsa con miles de accionistas como ocurre con Air France-KLM o Lufthansa, más del 50 por ciento de sus derechos políticos corresponden a la sociedad Garanair, participada por El Corte Inglés, para garantizar su europeidad.

Además, Hidalgo agrega respecto a los recelos de la Dirección de Competencia de la Comisión Europea a aprobar la operación, tal y como estaba planteada inicialmente, que Ssi no aprobaron la fusión cuando no había tráfico aéreo por la pandemia, ahora va a ser imposible que lo puedan hacer». «Bruselas dejó muy claro que IAG no podía controlar Air Europa porque quiere que seamos competidores, no un monopolio en España», remacha.

Sin embargo, uno de los motivos por los que Bruselas mostró recelos a la operación es porque se basó en datos de tráfico pre-pandemia, y un nuevo expediente para integrar a Air Europa e Iberia tendría como base a los dos años en los que se hundió la cantidad de pasajeros y por lo tanto parecería más difícil justificar el riesgo de monopolio.

Hidalgo había firmado la venta de Air Europa a Iberia en noviembre de 2019 por 1.000 millones en efectivo. Tras el estallido de la pandemia se volvió a rubricar una segunda operación tasada en 500 millones. Y finalmente, tras sucesivas olas, se fijó que IAG daría un préstamo participativo de 100 millones a cambio del 20 por ciento del capital de la aerolínea de Globalia, y que este crédito llevaba parejo una exclusividad de negociar la venta durante más de un año, y un derecho de tanteo ante una posible oferta de otro interesado.

El nuevo CEO de Air Europa, Jesús Nuño de la Rosa, además, es más cercano al CEO de IAG, Luis Gallego, y recibió la bendición del Gobierno español para ocupar el cargo de Air Europa, con un aval decisivo ya que el Estado hispano se ha convertido en el principal acreedor de la aerolínea, al sumarse los préstamos concedidos por la SEPI y los avalados por el ICO, junto al Banco Santander, que apremia para vender los hoteles de Be Live, y a los propietarios de los aviones, los lessors.

La fuerza de los acreedores para cambiar el capital de Air Europa complica así revertir la integración total en IAG, aunque no lo imposibilita del todo. La matriz de Iberia no tendrá representación en el consejo de administración de la aerolínea de Globalia, pero tampoco le será imprescindible en la práctica una silla en ese órgano cuando quiera imponer determinadas medidas.

En Latinoamérica los accionariados de los tres mayores grupos aéreos ya dieron un vuelco a causa de la pandemia, como prueban los ejemplos de Latam Airlines, Avianca o Aeroméxico, luego de haberse declarado en bancarrota. Air Europa evitó esta quiebra gracias a las ayudas públicas, pero a costa de una gran dependencia actual del Estado, en especial tras la crisis por la guerra en Ucrania y por la inflación disparada y el repunte del petróleo.

Noticias de turismo REPORTUR.

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