El lunes de la semana pasado la aeronave Boeing 747-300M, matrícula YV3531, perteneciente a la Compañía EMTRASUR, que operaba el vuelo 9218, aterrizó en la Terminal de Cargas (TCA) del Aeropuerto de Ezeiza. El vuelo proviene de Caracas, Venezuela contó con 17 tripulantes en total, 12 venezolanos y 5 iraníes. Antes realizó una escala técnica en la provincia de Córdoba por cuestiones meteorológicas.
Según el documento oficial que recopila en detalle el día a día del avión en territorio nacional, “ninguno de los tripulantes contaba con alertas o restricciones oficiales que impidieran su ingreso a la Argentina. Por tal motivo, todos los miembros de la tripulación ingresaron al país sin novedades”.
Sin embargo, ese mismo día, las fuerzas de seguridad argentinas recibieron información, por varios organismos extranjeros acerca de la relación de parte de la tripulación con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán. En este punto, el informe asegura: “La Fuerza Quds, sus miembros y empresas fueron designadas como “terroristas” por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en octubre de 2007”.
A raíz de esto, una investigación interna detectó irregularidades en la documentación de la empresa EMTRASUR, por lo que se le negó la salida del país a uno de los tripulantes porque no figuraba en la declaración de salida de la empresa.
El 8 de junio, la aeronave partió hacia Uruguay, pero el gobierno de Lacalle Pou impidió el ingreso del avión “por razones similares a las que motivaron los controles argentinos”. Paraguay y Brasil adoptaron la misma medida. Así, la aeronave debió retornar nuevamente al territorio argentino, arribando a Ezeiza media hora después de su despegue.
A su vez, se solicitó el desembarco de la tripulación, se les informó que sus horas de servicio estaban vencidas, por lo que la Dirección Nacional de Migraciones, en ejercicio de sus competencias, les otorgó una autorización provisoria de permanencia que no implica su ingreso legal a la Argentina. Esta autorización incluyó la retención provisoria de los pasaportes de la tripulación.
Este lunes, el juez Federico Villena, ordenó un operativo y allanaron el Hotel Plaza Central Canning donde están alojados los venezolanos y los iraníes, se revisó los dormitorios y se secuestraron los pasaportes y otras pertenecías de los extranjeros, como los móviles, ordenadores y otra documentación. Desde el lunes, la causa está bajo secreto de sumario, y aún no se determinó si hay delito.
Desde el lunes, la causa está bajo secreto de sumario, y aún no se determinó si hay delito
ResponderEliminar