A trancas y barrancas, la Unión Europea sigue aplicando restricciones a las actividades turísticas y de viajes de los rusos en el continente. Después de que Alemania restringiera los vuelos de este país, ahora es la Unión Europea la que, en una resolución vinculante para los estados miembros, ha hecho lo mismo, por lo que también ahora países como España deberían bloquear los vuelos desde Moscú o San Petersburgo (Rusia y Reino Unido prohíben los vuelos de sus aerolíneas).
La decisión de la UE afecta tanto a los vuelos de los aviones nacionales europeos como de terceros que usen el espacio aéreo continental para volar a Rusia. La prohibición no sólo afecta a la estatal Aeroflot sino también a empresas privadas como es el caso de S7. Sin embargo, las compañías rusas siguen pudiendo volar normalmente a los Estados Unidos.
El anuncio europeo provocó que este sábado, varias aerolíneas tuvieran que cancelar sus operaciones e incluso en varios casos los aviones tuvieron que regresar a sus aeropuertos de origen con los pasajeros a bordo cuando ya estaban a poca distancia de aterrizar en su destino ruso.
Las implicaciones de esta decisión son menores durante estos días de guerra, pero si se confirmara el mantenimiento de estas medidas para después de la guerra o si se mantuviera esta situación durante un periodo largo de tiempo tendría serias consecuencias. El turismo, por ejemplo, padecería seriamente dado que los rusos son los mejores clientes en cuanto a su capacidad de gasto. La costa catalana, por ejemplo, tiene una gran dependencia de este mercado.
El turismo, por ejemplo, padecería seriamente dado que los rusos son los mejores clientes en cuanto a su capacidad de gasto.
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