Iberia acaba de revelar que tienen reuniones diarias con Air Europa y trabajan “a destajo” antes de que expire el plazo este lunes 31 de enero establecido entre ambas para acordar su integración, contradiciendo así al presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, quien durante una semana ha asegurado que daba por cerrada la posibilidad de venta de la aerolínea de IAG (Hidalgo da por cerrada la negociación de Air Europa con Iberia).
Los portavoces oficiales de Air Europa, ante este cruce de versiones, no se pronuncian, y ni confirman lo apuntado por Iberia ni tampoco desmienten a su propio presidente, quien a sus 80 años sospechaba que su propio hijo Javier y su director general estuvieran negociando a sus espaldas.
Hidalgo padre había apuntado que él no está en la mesa aunque al mismo tiempo matizaba que estaba dispuesto a sentarse para entregar a precio de saldo la aerolínea en contra del criterio de su entorno, ante una deuda de más de 800 millones y la facultad del Gobierno de reducirles en el accionariado al convertir deuda en capital.
El presidente de Globalia también desautorizó públicamente al Gobierno, diciendo que la decisión dependía de él, después de que la vicepresidenta primera Nadia Calviño dijera a Bloomberg su disposición a nacionalizar la aerolínea ante su elevada deuda, llegando incluso a concretar una cuota del capital que cifró en el 40 por ciento (Air Europa: Iberia y el Gobierno aspiran a sumar el 80% y reducir a los Hidalgo al 20%).
Hidalgo rechazó descartar que evalúe otras opciones como una operación con Lufthansa o Air France-KLM, pese a que con ello pondría en riesgo recibir la indemnización pactada con Iberia de 75 millones, y pese a que a los dos grandes grupos europeos pueda parecerles difícil engrosar aún más su deuda absorbiendo a Air Europa contra el criterio gubernamental.
Iberia maneja alternativas en el caso de que falle su plan de absorción de Air Europa, como realizar otras compras o lanzar una ofensiva sobre la aerolínea de Globalia hasta sacarla del mercado, de modo que pueda acometer su proyecto de convertir el hub de Madrid-Barajas en un nodo de conexiones entre Latinoamérica y Asia.
El dueño de Air Europa se halla condicionado por su elevada deuda personal, que le obliga a forzar un precio mínimo para trocear su aerolínea que sea suficiente para calmar a sus acreedores, entre los que destaca el Banco Santander.
El dueño de Air Europa se halla condicionado por su elevada deuda personal, que le obliga a forzar un precio mínimo para trocear su aerolínea que sea suficiente para calmar a sus acreedores, entre los que destaca el Banco Santander.
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