domingo, 26 de septiembre de 2021

Noruega y sus colores, cada estación la pinta de hermosos colores. Flor Santamaría-Kovacs



Noruega es un destino que se ha puesto de moda en los últimos años, no solamente por el desarrollo acelerado de su infraestructura, sino especialmente por su interés y esfuerzos para cumplir con el Acuerdo de París, la acción contra el cambio climático.
 
Esto ha implicado que Noruega haya tenido que innovar a toda velocidad en el proceso y uso de sus recursos naturales, de la energía eléctrica, de la producción de los alimentos y en general, ha llevado a sus poco más de 5 millones de habitantes a adaptarse a un nuevo estilo de vida más sano y ecológico, que se ha vuelto atractivo para visitantes de todo el mundo.
 
Noruega es un país que se puede disfrutar todos los días del año pues las diferentes estaciones la pintan de hermosos colores. Como los mismos noruegos dicen ¡no existe mal tiempo sino la ropa inapropiada! Cada temporada tiene su propio encanto, sin embargo.

En la temporada de invierno, desde noviembre hasta febrero, se pueden ver las Auroras Boreales al norte en ciudades como Trømso o Alta. Esto se puede combinar con el trineo de perros, los paseos en motos de nieve por la extensa tundra y experimentar el sol de medianoche. Que es ver el sol tratar de levantarse durante un minuto, no pasar del horizonte y oscurecer de nuevo en un abrir y cerrar de ojos. Y los que quieran esquiar, encontrarán la oportunidad a lo largo y ancho del país porque los noruegos, “nacieron con esquís en vez de piernas”. Aman el verano, pero no pueden esperar a que llegue la temporada de invierno; les puedes ver, en un día de mucha nieve, irse al trabajo esquiando.

La región de Stavanger es conocida por ser el centro de la actividad petrolera, así como de las antiguas casas de madera, de la buena mesa y de los paseos de montaña. A una hora de Oslo, está Prekkestolen, claro, debes subir la montaña para llegar ahí, pero valdrá la pena cada paso, porque desde la roca, el púlpito, se ve el fiordo en su majestad y pensarás que has llegado al cielo.
 
Noruega está llena de fiordos, uno de los más conocidos y espectaculares es Gairanger, ubicado a unas cuatro horas de la capital, por carretera. La mejor época para visitar los fiordos es al final de la primavera, cuando toda la nieve se ha derretido y las cascadas están a tope de agua; en estas épocas del año verás colores, flores y vegetación que probablemente jamás hayas visto, y unos azules tan profundos, que se quedarán grabados en tu alma.
 
Una agradable experiencia es llegar en tren desde Oslo a la ciudad de Bergen, pues atraviesa las altas montañas y las vistas son únicas. Bergen es considerada la ciudad universitaria, con una posición geográfica privilegiada.

Trondheim y Trøndelag
En Trondheim que está, “casi al norte” se encuentra la catedral de Nidaros, y cada año en julio peregrinos de todas partes del mundo se reúnen para celebrar el festival de Olsok o la ruta de San Olafo Rey. Imagina grupos de personas cruzando a pie las montañas de Dovrefjell, hogar del solitario Moskus, por días, durmiendo en tiendas de campaña para llegar en julio a Trondheim.
 
Si hay preferencia por la pesca, no puedes perderte visitar Løfoten, un archipiélago de villas pesqueras, playas de ensueño, y vistas de fiordos para no olvidar. También en invierno se pueden ver las auroras boreales, pero la mayor actividad turística es en el verano; es una zona de pesca por excelencia y de una belleza única en el mundo.
 
Otro archipiélago, el de Svaldbard, hogar de los osos polares, está en el punto más norte de Noruega y comparte un pedacito de territorio con Rusia. Aquí los turistas buscan el avistamiento de osos polares, de icebergs, penetrar los glaciares desde sus cuevas de hielo.
 
En Oslo “Ut på tur aldri sur”
La traducción que he hecho del dicho popular, tal vez, más utilizado en Noruega, es arriesgada, pero quiere decir que nadie puede estar amargado si está dando una caminata, por lo tanto, cuando vengas al país del dramaturgo Henrik Ibsen, del compositor Edvard Grieg, trae zapatos y ropa cómodos.
Oslo puede recorrerse en tres días, sin descanso, es una ciudad para caminar.

El transporte público es caro por lo que es bueno comprar el billete de un día, en vez de boletos por hora. En Oslo vale la pena conocer el nuevo y moderno desarrollo de Bjorvika, El Código de Barra o “barcode” y la zona de la Ópera.
 
Puedes perderte entre las estatuas desnudas y pasear en esas singulares representaciones de las etapas del hombre, sus sentimientos y emociones, en el parque de las estatuas o de Vigeland, ahí puedes comer o tomar algo en Anne paa Landet, un cafecito maravilloso, en una casita muy acogedora de más de cien años. También te recomiendo caminar por los jardines del palacio real, puede que te encuentres con alguno de los nobles entrando o saliendo de casa. 

Otros lugares de interés son el museo vikingo, el de Edward Munch, el de historia y el del folklore.
 
Un paseo por una playa de Oslo, lo puedes hacer en Huk y si es invierno, puedes sin duda caminar sobre el mar congelado, con un chocolate calentando tus manos y tu corazón. 

1 comentario:

  1. Un paseo por una playa de Oslo, lo puedes hacer en Huk y si es invierno, puedes sin duda caminar sobre el mar congelado, con un chocolate calentando tus manos y tu corazón.

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