El coronavirus no tiene por qué arruinar toda interacción personal. Te presentamos algunos consejos para animar tus llamadas telefónicas y mensajes de texto.
Cuando estás sin salir de tu casa durante días y días, ser un gran conversador puede ser todo un reto en llamadas con tu familia o tus amigos. Siempre que alguien me pregunta qué he hecho últimamente, mi mente se pone en blanco. Miro a mi alrededor en busca de inspiración y, por lo general, murmuro algo acerca del clima. También suspiro mucho, lo cual no resulta entretenido para la otra persona.
Es difícil lograr un equilibrio en la conversación cuando te sientes abrumado, infeliz y exhausto. “Algunas personas podrían estar batallando para tener conversaciones positivas porque el mundo es sombrío”, dijo Alison Wood Brooks, profesora adjunta de Administración de Empresas en la Escuela de Negocios de Harvard. “Otras personas enfrentan una fatiga conversacional al tratar de gestionar sus hogares abarrotados. Aunque existen otros que desearían poder sostener más conversaciones ya que combaten una profunda soledad”.
Aunque en este momento hay muchos aspectos que no podemos controlar, cuando se trata de las conversaciones que tenemos, hay cosas que sí podemos controlar. Podemos elegir temas que hemos leído o escuchado para poder incluirlos en la conversación. También controlamos la atención que le ponemos a la conversación. Podemos escuchar con detenimiento y hacer preguntas de seguimiento.
También podemos elegir con quién nos comunicamos.
“Trata de hablar con personas que te hacen sentir alegre”, comentó Brooks. “Piensa en cómo te sientes durante las conversaciones y después de ellas”. Si hay alguien que constantemente apaga tu ánimo, “tal vez sea mejor interactuar con otras personas por ahora”.
Por último, también somos responsables de nuestra actitud en esta situación. Podemos hacer bromas y tonterías. Las investigaciones sugieren que el humor es un mecanismo excelente para salir adelante que nos ayuda a distraernos (y a sanar) de las noticias negativas. Así que, como Brooks señaló, trata de hacer reír a otros. ¡Y no olvides reír tú también! “Aun cuando debas abordar un tema serio, no es necesario que toda la interacción tenga ese tono formal, terrible y oscuro”, dijo. “Tienes permitido llorar y sonreír a la vez”.
Con estos principios básicos en mente, a continuación, te mostramos cómo hacer que tus conversaciones sean interesantes cuando la vida empieza a ser monótona:
Prepárate un poco. En la investigación de Brooks, ella descubrió que anotar de uno a tres temas antes del inicio de la conversación reduce la ansiedad durante esta y aumenta el disfrute de la interacción. “Incluso el solo hecho de pensar en una o dos ideas en los veinte segundos previos a la conversación parece ser de ayuda”, señaló.
“Eso les da a las personas un tema o una trivialidad para seguir con la conversación”, afirmó.
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...también somos responsables de nuestra actitud en esta situación. Podemos hacer bromas y tonterías. Las investigaciones sugieren que el humor es un mecanismo excelente para salir adelante que nos ayuda a distraernos (y a sanar) de las noticias negativas.
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