Alhenamedia, editorial especializada en guías de viaje de turismo sostenible y responsable, ya tiene la nueva guía de la colección Petit Futé lista para llevar en el bolsillo y en el móvil, en versión digital: ‘República Dominicana’.
La colección Petit Futé de Alhenamedia tiene por lema ‘Otro modo de viajar es posible’. Apuestan por un turismo responsable y sostenible, para vivir el viaje como una experiencia inmersiva y, por ello, sus guías aportan una gran cantidad de información sobre el país, su patrimonio, su cultura, sus gentes y su modo de vida.
Además de facilitar información práctica para moverse por el país con los recursos que éste pone a nuestra disposición.
Información totalmente actualizada y al día sobre alojamientos, establecimientos gastronómicos y otros datos importantes, a través de la versión digital a la que se tiene acceso a través del código QR con la compra de la guía en papel.
Aunque este 2020 está siendo un año complejo y difícil para hacer turismo, no hemos perdido la ilusión por viajar. Y el Caribe, y en concreto República Dominicana, se encuentra entre los paraísos a los que todo el mundo desea volver: playas, paz, tranquilidad, sonrisas, música, paisajes increíbles...
Decir República Dominicana suele ser sinónimo de playas blancas, palmeras indolentes y aguas color turquesa: el litoral dominicano se extiende a lo largo de más de 1.500 km de costas idílicas, que, dependiendo de la región, tienen personalidades muy diferentes: salvajes y secretas, que invitan al relax o a la actividad (windsurf o kitesurf), y que se encuentran sin duda entre las más bellas del mundo: la bahía de las Águilas, las casi desiertas islas de Saona y Catalina... Pero esta isla del trópico tiene mucho más que ofrecer, al margen de su imagen de postal paradisíaca e idílica. Y, desde Alhenamedia, quieren demostrarlo.
Bautizada como La Española en el momento de su descubrimiento, República Dominicana era apodada «el secreto mejor guardado del Caribe» hace veinte años. Los enredos políticos del país desde el siglo XIX empolvaron un tanto su legado, reconocido por la Unesco en diciembre de 1990 como patrimonio mundial.
Actualmente, a esa herencia, en feliz y constante recuperación, se suma una vitalidad extraordinaria: el caleidoscopio dominicano ha revelado todas sus virtudes hasta dejar perplejos a muchos visitantes y atraparlos por su hechizo.
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Actualmente, a esa herencia, en feliz y constante recuperación, se suma una vitalidad extraordinaria: el caleidoscopio dominicano ha revelado todas sus virtudes hasta dejar perplejos a muchos visitantes y atraparlos por su hechizo.
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