El Turismo es una de la “industrias” más beneficiadas por la era de la tecnología. Y es que la cualidad principal de éste es el trasladarse a otro lugar, por lo tanto,  todo lo desarrollado en materia de transportación aeronáutica y terrestre ha servido bastante para reducir tiempo y costos. Sin mencionar que también el servicio y la comodidad es un factor que sigue en mejora constante. Los sistemas de reservación online, aplicaciones para ubicar destinos, calles y puntos de interés, sin duda han venido a facilitar los viajes y estancias de turistas en todo el mundo.

Gracias a estos estupendos avances tecnológicos es posible conocer un lugar sin necesidad de estar ahí. Si bien es cierto, que con las imágenes, fotografías y vídeos es posible conocer determinados sitios, la perspectiva es limitada, estos muestran solo lo que el interlocutor considera importante o sobresaliente. Recientemente se hablado del turismo virtual. ¿De qué se trata esto? A través de sistemas cibernéticos se pretende que de manera virtual el usuario o <<el turista>> visite puntos de interés como zonas arqueológicas, edificios emblemáticos, centros históricos y hasta arrecifes de coral; todo de manera dinámica, ya que estos <<viajeros>> podrán elegir hacia dónde dirigirse y que ver.

Aunque ya existían las vistas en 360° y Google Maps. La idea de esta <<nueva manera de viajar>> es que el visitante interactúe con un guía de turistas virtual, así como información turística e histórica del lugar.

A pesar de que hay muy poca información de esta forma de viajar, surge la cuestión de si es necesario poner el título de turismo a algo que definitivamente no lo es. No atiende a la idea básica de este fenómeno, ya que para considerarse como tal debe existir el traslado físico. De esta manera, el “turismo virtual” se puede tomar como una buena herramienta o estrategia para estimular o motivar a los turistas potenciales. No es resistencia a la evolución, simplemente hay cosas elementales que no podrán cambiar.

Se podrá conocer, incluso hasta aprender de algún lugar, es fundamental el contacto personal, tocar, oler, escuchar, ver y en su caso, disfrutar los sabores de la comida. Es imprescindible estar presente y vivirlo.

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