Paula Taylor y su hija pasaron gran parte del vuelo sentadas en el piso.
Cuando subieron al avión que los llevaría a casa después de unas vacaciones, los Taylor se encontraron con una desagradable sorpresa.
La familia había pagado US$1.600 para volar el pasado mes de junio con la aerolínea TUI de Mahón, en la isla española de Menorca, a Birmingham, en Reino Unido.
Contaban con sus pases de abordar y sus números de asientos eran 41 D, E y . Pero, en su lugar, solo había un espacio vacío debajo de los rótulos.
La familia contó recientemente su problema al programa Rip Off Britain: Holiday, de BBC One.
"Los tres nos miramos el uno al otro como diciendo '¿dónde se metieron nuestros asientos?'", dijo Paula Taylor.
Una vez que todos los pasajeros abordaron, solo quedaba un asiento libre en el avión.
Este fue ocupado por Brooke, la hija de Taylor, mientras sus padres ocuparon asientos plegables en el área de la tripulación.
Paula Taylor y su esposo comieron en el suelo durante el vuelo.
Pero una vez que el vuelo despegó, la tripulación empezó a servir comida y otros artículos que estaban guardados detrás de esos asientos, por lo que el matrimonio Taylor tuvieron que salir de ahí y sentarse en el suelo, en el espacio en el que debían haber estado sus asientos.
Cuando subieron al avión que los llevaría a casa después de unas vacaciones, los Taylor se encontraron con una desagradable sorpresa.
La familia había pagado US$1.600 para volar el pasado mes de junio con la aerolínea TUI de Mahón, en la isla española de Menorca, a Birmingham, en Reino Unido.
Contaban con sus pases de abordar y sus números de asientos eran 41 D, E y . Pero, en su lugar, solo había un espacio vacío debajo de los rótulos.
La familia contó recientemente su problema al programa Rip Off Britain: Holiday, de BBC One.
"Los tres nos miramos el uno al otro como diciendo '¿dónde se metieron nuestros asientos?'", dijo Paula Taylor.
Una vez que todos los pasajeros abordaron, solo quedaba un asiento libre en el avión.
Este fue ocupado por Brooke, la hija de Taylor, mientras sus padres ocuparon asientos plegables en el área de la tripulación.
Paula Taylor y su esposo comieron en el suelo durante el vuelo.
Pero una vez que el vuelo despegó, la tripulación empezó a servir comida y otros artículos que estaban guardados detrás de esos asientos, por lo que el matrimonio Taylor tuvieron que salir de ahí y sentarse en el suelo, en el espacio en el que debían haber estado sus asientos.
Brooke se les unió, ya que no quería sentarse sola.
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