sábado, 30 de diciembre de 2017

ENDER ARENAS ¡Feliz año!… No me jodas

Cuando entré a la venta de verduras "La Mazorca" (me parece un nombre apropiado para una venta de verduras, solo que el vegetal menos frecuente en ese negocio es, precisamente, la mazorca) descubrí que mi abuelo me había dicho una mentira toda la vida: "No maldigáis a nadie porque la maldición te caerá a vos".

Eso es mentira, eso no existe, pues de ser ciertas y fatales las maldiciones que yo escuché ese día en ese negocio Maduro ya lo hubiera partido un rayo en mil pedazos y hace rato estuviera compartiendo con Chávez algún lugar que según la gente que botaba fuego por la boca definía como el infierno, la paila número 5 (la cual debe ser la más caliente de todas, pues más de uno decía: "nojoda que arda en la paila 5", nadie decía la 4, la 3 o la 2, era la 5), lago de fuego y azufre, decían algunos evangélicos que estaban comprando cebollas a 75 bs el kilo.

La gente tiembla solo de pensar en el año que viene. Todo indica que la economía seguirá la ruta más desquiciante, no hay analista de la economía que no asuma un tono sombrío y nos anuncie una inflación de más del 2000%, con precios del petróleo insuficientes para poder asumir la enorme carga de la deuda, la escasez de medicinas y de alimentos seguirá campante, la corrupción seguirá enriqueciendo a la nomenclatura civil y militar que nos gobierna, un sector importante de jóvenes y no tan jóvenes se preparan para salir corriendo del país y Maduro que ha salido ileso de las maldiciones seguirá tratando a los venezolanos como si los más pobres en lugar de pobres fueran lambucios, ofreciéndoles cajitas de comida y de perniles.

Nos volverá a decir que el saboteo, la guerra económica del imperialismo y de los portugueses, obviamente de Portugal, (a la vaina) impiden que los venezolanos conquistemos "la suprema felicidad".

En el 2018 Venezuela será un país ingobernable. Por una parte, el gobierno seguirá usando la violencia como forma de hacer política y al mismo tiempo manejará la propuesta de diálogo que ellos mismos hacen inoperante, pues olvida deliberadamente que este es "una mercancía de ida y vuelta" y no la imposición de sus razones, que por lo demás ya no son compartidas por la mayoría del país. Del lado opositor seguirán las manifestaciones infantiles de algunos, los gritos destemplados de otros que ven traidores en todas partes y de las ambiciones de otros cuya obsesión por llegar a ocupar a Miraflores ha impedido una verdadera propuesta de alianza para gobernar.

No hay manera de gritar: ¡feliz año! Y el que me lo diga, cuando Zavarce cante la pavosísima "Faltan cinco pa'las 12" mi repuesta será: "No me jodas"

Otra mentira de mi abuelo: "Dios aprieta pero no ahoga" otra mentira, pero esta era de mi madre: "No te preocupes, todo va a estar bien".

@RojasyArenas