martes, 4 de octubre de 2016

Crónicas comarcales trujillana - HUMBERTO CASTELLANO GRANADO


Inauguramos esta nueva sección periodística con el apoyo logístico de "Diario El Tiempo", con la intención de aportar nuestros modestos conocimientos de hechos históricos ocurridos en la región trujillana, que al analizarlos de forma crítica, podemos inferir, si nuestros pueblos han avanzado en su desarrollo generacional o si se han detenido en áreas importantes del quehacer comunitario. La historia del hombre actuando en comunidad presenta facetas de picos y valles en su largo transitar vivencial, por eso es necesario volver al pasado histórico que yace perceptible y sin alteraciones, mostrando las realidades del ayer cercano y permite establecer comparaciones objetivas sobre las fortalezas y carencias de las actuales generaciones actuando en comunidad. Sin más preámbulo comencemos por titular esta primera entrega con de la siguiente manera:

Desarrollo y crecimiento de Sabana de Mendoza

El Dividive, Sabana de Mendoza y Sabana Grande, constituyen las capitales de los municipios asentados en lo que ahora se ha denominado "El Eje Panamericano", para identificar de esta manera una vasta región territorial con un crecimiento urbanístico que en estos momentos luce desorganizado y anárquico, condiciones socio-políticas éstas que le han restado muchos escenarios de desarrollo a estos importantes núcleos poblacionales del sector.

Sabana de Mendoza, es un ejemplo de ello. En la década de los años 50, la población lucía un desarrollo en todos los órdenes del quehacer local, producto de las gestiones de personas interesadas en el mejoramiento de la localidad. En esta tónica desarrollista se logra la inauguración de la primera entidad bancaria, con edificación propia como lo fue el "Banco Unión", (1959) que imprimió figura económica a Sabana de Mendoza y su zona de influencia. Esta institución bancaria, la primera en funcionar en este vasto sector poblacional, ofreció oportunidades de empleo a residentes del área y constituyó un ícono del desarrollo socio-económico del sector, al mismo tiempo surge la instalación de hoteles bien equipados, como fue el recordado "Hotel y Restaurant Panamerican", de Umberto D´Fillipo, que marcó una agradable tradición al divulgar las delicias de la clásica cocina italiana, establecimientos comerciales como "Abastos La Gaetana", "Restaurant Italia", "Restaurant Roma" y "Carnicería D´Agostini", de los hermanos Benedicto, Donato, Pedro y Francisco D´Agostini, ubicada en la "Calle del Comercio" de la población. De esta forma la figura de la "Pesa", donde antes se expendía la carne en plena vía pública, desapareció para dar paso a una manifestación de desarrollo económico-social que ofrecía mejor calidad de vida a los habitantes de la población.

Más comercios

La instalación y funcionamiento de Talleres del área Metal-Mecánica como el "Taller Romano" y otros de servicio de "Maquinaria Pesada", constituyeron una muestra del potencial con el que se contaba en aquellos promisorios años que van de 1950 a 1960. Igualmente y en ese mismo orden surge la "Farmacia Coromoto" de Manuel Sánchez, la "Barbería y Peluquería Italia", atendida por los hermanos Valenti, de grata recordación, la "Librería Sabana de Mendoza", del siempre bien recordado Luis Alarcón y la "Ferretería Uzcátegui" de Leobardo Uzcátegui.

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