Maravilloso equipo de muchachas enfrentadas nada menos que al equipo brasileño, conducidas por su capitana, Deyna Castellanos, estupenda goleadora, quien metió el mejor gol que hemos visto en mucho tiempo, de una limpieza y precisión de artista. Pero ¿qué decir de Sandra Luzardo, apodada “la muralla”?, o de Nayluisa Cáceres, Olimar Castellanos o Daniuska Rodríguez, (esta última con ocho efectivos pases a gol). Todo el equipo, todas, se lucieron con todas las de Ley, a pesar de las haladas de camiseta y mordiscos en el cuello que lanzaron las del equipo opositor.
Fue un juego emocionante, lleno de pequeños incidentes, con un maravilloso público que las ovacionaba continuamente y las ayudó a lograr el título de Campeonas de este Sudamericano Sur, categoría Sub 17.
Ahora las chicas se prepararan para ir a Jordania, donde se dará el Mundial, y de pronto nos traen a Venezuela ese título, de lo más tranquilas, porque son un excelente equipo, disciplinadas y seguras.
El otro notición de estos días es, sin lugar a dudas, la visita de Obama a Cuba, con su tolda de caballeros trajeados de negro, las elucubraciones no sirven de nada, lo elemental es que el Bloqueo continua en los mismos términos y tampoco ha pasado nada con la Cárcel de Guantánamo, (que son las dos condiciones que propone el Gobierno cubano sean modificadas, para establecerse las relaciones con verdadero respeto y paz).
Le vimos en televisión visitando el Museo de la Revolución, haciendo honores al gran José Martí y cumpliendo con el protocolo de rigor. ¿Qué pasará?, nos pareció buena idea revisar el blog del gran trovador Silvio Rodríguez, que escribe siempre lo que piensa allí. Y aquí les regalo un fragmento:
“(…) lo que sueño para mi país, es dignidad, aún con las variantes que presuntamente incorporarán la dialéctica y los astros o, dicho de otra forma, las causas y los azares. He notado que se suele olvidar que este litigio terrible empezó porque nuestros vecinos no soportaron que decidiéramos qué hacer en nuestra propia casa. Estaban acostumbrados a que aquí se hiciera lo que ellos querían. Y haciendo bien patente su disconformidad, no sólo nos negaron el habla sino que nos hicieron la guerra.
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