domingo, 21 de julio de 2013

Turismo: industria sin chimeneas / GUILLERMO GARCÍA | EL UNIVERSAL

Se dice que el turismo es una industria que por sus características generales, es una industria sin chimeneas, que genera un impacto económico importante sin las consecuencias de desastre ecológico y de gran impacto negativo del ambiente que pudiesen causar otras industrias.

El turismo en Venezuela pudiese convertirse en una gran industria, un sector no solo generador de importante actividad económica y de creación de empleos, sino generadora de divisas, que hoy más que nunca se requieren. Nuestros gobiernos se han ocupado poco del desarrollo de esta tan importante industria, a pesar que contamos como país de bellezas y recursos naturales como pocos países en el mundo. Pero de qué valen todas esas ventajas, si los gobernantes no establecen las condiciones y políticas necesarias y legislación e incentivos adecuados para que el turismo en Venezuela se transforme en uno de los sectores de mayor dinamismo e impacto económico y social.

¿Qué se requiere?

Primeramente políticas adecuadas. No existe legislación bien definida que promocione las inversiones en turismo. Se hacen muchos anuncios de buenas intenciones y planes, pero con poca coordinación y seguimiento, que finalmente no generan el resultado deseado. Por ejemplo, en lo referido a los permisos requeridos para el desarrollo de la actividad, la excesiva burocracia retarda y desestimula, lo que frena a cualquier inversionista o emprendedor que quiera desarrollar un proyecto. En consecuencia, se debe establecer a nivel de entes gubernamentales la simplificación administrativa para trámites municipales y taquilla única para solventar cuellos de botella, como de gestiones engorrosas y de largos tiempos de trámites y aprobación en los ministerios responsables (Turismo, Ambiente). No podemos seguir permitiendo que los proyectos hoteleros que se desarrollan entre 18 o 24 meses, duren 36 o 48 meses. A nivel de los insumos y materiales, el Ministerio de Turismo debería garantizar con alianzas con empresas estatales y privadas, el suministro garantizado y a tiempo para la construcción de infraestructura hotelera. La infraestructura turística es otro de los pilares que sostienen esta actividad; es decir al turista deben brindárseles comodidades, seguridad, servicios públicos que funcionen, vialidad, limpieza para que pueda disfrutar tranquilamente de los lugares visitados. Un viajero requiere atenciones, comodidades, información y sobre todo respeto, todo lo cual solamente se puede dar si existe una cultura que nos haga entender que el turista no es un intruso, no es una calamidad, no es un problema, por el contrario requiere del buen trato. Sin duda la educación de los ciudadanos del país que oferta servicios turísticos es lo más importante para que se pueda desarrollar un turismo creciente y sustentable. En lo que respecta a la preparación del personal adecuado, se deben incentivar el establecimiento de cursos y especialidades en hotelería, a través de institutos especializados y hoteles escuela.

Un elemento muy importante en el desarrollo del turismo como industria es el factor financiamiento. Los inversionistas y emprendedores deben contar con las facilidades crediticias y de apoyo financiero que permitan que se puedan llevar adelante iniciativas tanto de hoteles de diferente clasificación y servicios, como de posadas y hostales. Aunque el gobierno nacional ha establecido porcentajes obligatorios de cartera crediticia del sector turismo a las instituciones financieras, y con tasas de interés muy bajas, muchas iniciativas de proyectos se ven frustradas por falta de garantías reales que deben ser otorgadas por los emprendedores a la banca local para que dichas instituciones bancarias puedan otorgar prestamos de acuerdo a la ley. Por ello, es urgente que se cree una "Sociedad de Garantías Recíprocas Turísticas" que permita ofrecer esas garantías requeridas por la banca como aval para el otorgamiento de créditos. Cada estado del país con potencial turístico debería conformar su sociedad local, sin tener que acudir y tramitar en Caracas. Por otra parte, el mercado de valores puede servir como un gran aliado en la financiación de proyectos turísticos, y de servicios conexos al sector, a través de emisiones de títulos valores y vehículos de inversión especializados. Hay todo un mundo allí para desarrollar.

En lo que respecta a la generación de divisas, el sector turismo puede ser un gran generador de divisas no solo para el país, sino para los propios empresarios turísticos. El Gobierno debería permitir que los hoteles, posadas y hostales puedan servir como agentes cambiarios para los turistas que deseen vender sus divisas para obtener bolívares al tipo de cambio del Sicad como planteo el ministro Izarra, sino que puedan tener un incentivo de poder mantener un porcentaje de la compra de divisas como parte de los ingresos, lo que incentivaría la inversión en el área y atraería inversión extranjera para el sector.

Asesor Financiero

Candidato AMDP Harvard University

finanzasaldia@gmail.com

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