Se estima el desarrollo de once complejos vinculados a este sector turístico.
Cuba está decidida a convertirse en el epicentro del turismo de lujo en el Caribe y para ello está potenciando excéntricos campos de golf que ayudarán a oxigenar las arcas de un país que consideró a este deporte como elitista y burgués.
El Gobierno de Raúl Castro está por presentar una la legislación para iniciar la comercialización y construcción de megaproyectos inmobiliarios vinculados a campos de golf y el turismo cinco estrellas para un sector, dentro y fuera de la isla, capaz de pagar astronómicas cifras en pro del placer.
Una muestra de esa ambición es el hecho de que el grupo estatal cubano Palmarés y la firma británica Habana Resort, llegaron este mes a un acuerdo para constituir una empresa mixta y edificar cerca de las playas de Varadero un campo de golf de 18 hoyos así como 750 apartamentos, 200 residencias, un hotel-boutique y un centro comercial "cinco stars".
El turismo es la segunda actividad económica de Cuba, por el que ingresan a las arcas más de $2.500 millones anuales gracias a los cerca de tres millones de visitantes por año.
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