lunes, 12 de marzo de 2012

El popular pan de ripio

Acema, acemita o sema. El nombre de esta preparación fue traído por los españoles y muy probablemente por los andaluces, y su origen etimológico se remonta primero al árabe y más atrás al griego.

Fue en los Andes donde primero prendió la semilla de trigo para quedarse hasta la actualidad. Se arraigó de tal manera la cultura del trigo que incluso se llegó a preparar arepas con la masa proveniente de la molienda del famoso cereal. De allí que en la tradición de los pueblos cordilleranos abunde una diversidad de panes que no se encuentra en otras regiones.

Acema, acemita o sema. El nombre de esta preparación fue traído por los españoles y muy probablemente por los andaluces, y su origen etimológico se remonta primero al árabe y más atrás al griego. 

En efecto, el origen inmediato de la palabra es la voz arábiga semid que con el artículo usado en dicha lengua, dio como resultado el vocablo asemid. Pero los etimologistas se han ocupado de establecer que esta palabra es un préstamo del latín semilla, y ésta a su vez viene del griego zimites. Pero no queda allí la indagación, pues, buscando más atrás, se encontró que el vocablo aparecía en el sánscrito como semida. La palabra acema o acemita significa "flor de la harina" y "pan hecho con levadura". 

En Lara, en el Tocuyo propiamente, se elabora una acemita única en su sabor y consistencia. Los lugareños cuentan que, en tiempos de los españoles, los esclavos utilizaban los sobrantes o el "ripio" del pan de los blancos, para elaborar esas bolitas negras de papelón.

Reyna Carreño / http://www.laverdad.com