El presidente Nicolás Maduro hace avioncitos de papel con el "Plan de la Patria" de Hugo Chávez. Numerosos y multimillonarios viajes a los países del Medio Oriente, infinidades de ruedas de prensa anunciándole al mundo fantasiosas estrategias que garantizarían la recuperación de los precios del petrolero, órdenes y contra órdenes a Eulogio del Pino para que desarrolle la diplomacia socialista Siglo XXI con el objetivo de que el mundo entero conozca y acate sus instrucciones. Todo para que inútilmente los países Opep y no Opep reduzcan sus respectivas producciones petroleras. Mientras transcurren sus contradictorias peroratas y trasmisiones en cadenas, Maduro no hace otra cosa que negar el ya olvidado -por ineficaz e ineficiente- Plan de la Patria que, según rumores, fue escrito de puño y letra por difunto presidente Hugo Chávez y que gracias a la aplanadora mayoría que lideraba Diosdado Cabello en la pasada Asamblea Nacional, se hizo Ley un 4 de diciembre del 2013. Asuntos de Ripley, dirán algunos. Cosas de realismo mágico garciamarquiano, dirán otros. Pero es el caso que Maduro debe estar haciendo avioncitos de papel con lo que Chávez le dejó ordenado y por escrito en el famoso "Gran Objetivo Histórico No 3" en ese funesto documento llamado Plan de la Patria: "Consolidar el papel de Venezuela como Potencia Energética Mundial … Desarrollar la capacidad de producción del país en línea con las inmensas reservas de hidrocarburos, bajo el principio de la explotación racional y la política de conservación del recurso natural agotable y no renovable… Alcanzar la capacidad de producción de crudo hasta 3,3 millones de barriles diarios para el año 2014 y 6 millones de barriles diarios para el año 2019." Recuerdo bien que en otro de sus arrebatos de prepotencia, Diosdado Cabello declaró desde la Asamblea que este Plan de la Patria ahora Ley de la República "era de obligatorio cumplimiento". En otras palabras, más allá de demostrar ignorancia sobre la realidad petrolera nacional y mundial, el presidente Maduro con sus erróneas estrategias e inútiles esfuerzos buscando bajar la producción petrolera además traiciona el legado del comandante fallecido, quien fue explícito ordenándole subirla hasta los 6 millones de barriles diarios. Algo imposible hoy tras la continuada destrucción de la otrora exitosa empresa bandera del país. Menos aún con la gigantesca corrupción rampante que cada día deja ver más huellas a los investigadores que tanto aquí en Venezuela como en otros países están haciéndole seguimiento a más de 50.000 millones de dólares …
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