La progresiva revaluación del peso y el constante aumento en dólares de los costos en Argentina fue un punto habitual del panorama económico argentino durante 2024. Era muy evidente que esa evolución del tipo de cambio iba a tener un impacto importante en el sector turístico. Lo que muchos no vieron venir es lo rápido que esos cambios iban a impactar sobre el emisivo y receptivo. Los números de noviembre de 2024 marcaron un deterioro realmente muy veloz de la situación, como se puede ver en el gráfico distribuido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) de Argentina.
En noviembre de 2024 se registró un saldo negativo de 313,2 miles de visitantes internacionales entre turistas y excursionistas. Si sumamos las dos categorías, 1.280.000 visitantes internacionales habían llegado a Argentina en noviembre de 2023 con un dólar mucho más favorable. Ahora esa cifra alcanza los 880.000, una caída muy significativa en apenas un año. Y de seguir así la política cambiaria esas cifras se van a profundizar.
Para el emisivo, en cambio, las cifras prácticamente se invierten. En noviembre 2023 712.400 turistas y excursionistas se trasladaron fuera del país. Ahora esa cifra está por encima del 1.100.000.
Hay que tener en cuenta que noviembre no es temporada alta. Habrá que seguir con mucha atención los datos de diciembre, enero y febrero, porque allí sí se produce la mayor parte de los movimientos en turismo en Argentina, en particular hacia fuera del país.
La gran pregunta es cuál será el impacto sobre la balanza comercial argentina. Las reservas del Banco Central Argentina están mejor que un año atrás, pero aún en terreno negativo por varios miles de millones de dólares. ¿De dónde van a salir los dólares para pagar esos gastos en el extranjero? Debido al recargo del 30% por anticipo del impuesto a la Renta, es más barato comprar el llamado «dólar MEP» mediante la compra y venta de bonos que apelar al dólar tarjeta. Y normalmente esas operaciones no pasan por el Banco Central.
Por ahora los datos marcan un panorama bastante bueno para la balanza comercial, gracias al desarrollo del sector energía en Argentina y la caída de las importaciones, producto de gran recesión por la que pasa la economía argentina.
Si la actividad económica mejorara en los próximos meses seguramente veremos un impacto fuerte sobre la balanza comercial. Los mismo si muchos argentinos pueden gastar más en el exterior, en buena parte gracias a la percepción de un dólar barato frente al peso argentino.
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