No es una cancelación de vuelos más, es un símbolo político importante.
Durante los cuatro años de mandato de Alberto Fernández (peronismo), Flybondi se vio obligada a no competir porque el gobierno determinó los precios mínimos, cosa insólita en un mercado normal. No obstante, Flybondi y Jetsmart subsistieron.
Pero ahora, con el libertario de Javier Milei, parecía que era el momento. De hecho ya pueden fijar sus precios libremente. Pero entonces a Flybondi se le fue la mano con la programación y cualquier avería provoca cancelaciones y caos en todos los aeropuertos en los que opera. Ni alquilando dos aviones a la española Alba Star y otros dos a una aerolínea centro europea tiene posibilidades de atender sus propios compromisos.
En noviembre canceló casi 200 vuelos, lo que obligó al Gobierno a decir que iba a tener que tomar medidas. Ahora, en el momento más crítico del año (Navidades en el hemisferio Sur coincide con la temporada alta veraniega), Flybondi ha decidido cancelar 71 vuelos entre hoy y el fin de año, con la esperanza de evitar el espectáculo de cientos de pasajeros amontonados en un aeropuerto lamentando la falta de servicio. Los afectados son 13 mil pasajeros para quienes no hay alternativas.
El problema derivado es que la oposición argentina quiere demostrar que no es posible una aerolínea privada barata y seria y, por lo que demuestra Flybondi, parece que es cierto.
Como informó REPORTUR.com.ar, la política de «cielos abiertos» que viene promoviendo La Libertad Avanza (LLA) atraviesa una instancia de turbulencias ante las irregularidades y desprolijo funcionamiento de una de las compañías «low cost» que más venía alineada al gobierno. La empresa está en el ojo de los cuestionamientos por sus continuos vuelos cancelados o reprogramados, con un promedio de servicios afectados que podría ascender al 45% sólo este mes, según fuentes oficiales. (Argentina contempla quitarle rutas a Flybondi por vuelos cancelados)
No hay comentarios:
Publicar un comentario