lunes, 5 de agosto de 2024

Air Europa, blindada al ser pública ante una quiebra aún como zombie


Air Europa presume de poder continuar en solitario, sobre todo con la actual bonanza extraordinaria y con la garantía de credibilidad que dan Jesús Nuño de la Rosa y Richard Clark, pero también admite que no es «ajena a la inestabilidad que presentan determinados mercados ni tampoco a los retrasos en la entrega de nuevos aviones». 

Ahora queda enterrada, tras dos intentos, cualquier posibilidad de que España se homologase a las potencias con un gran ‘hub’ entre Latinoamérica y Asia, y además, con su segunda aerolínea blindada por tener al Estado como protagonista de su pasivo, ya sea en deuda o en capital.

Difícilmente ningún político se atreva a dejar caer a Air Europa, incluso con la opción de que se convirtiera en un ‘zombi’, pero blindada y ajena a las lógicas de mercado, con dinero público de por medio y sin gobernante alguno queriendo asumir miles de despidos.

La guerra eterna a la que Bruselas ha condenado a Barajas entre Iberia y Air Europa se fundamenta en que la de Globalia, gracias a tener al Estado como acreedor y posiblemente como accionista, difícilmente podrá sufrir nunca un desenlace fatal si sus cuentas se voltean, ya con un balance financiero al límite.

El futuro de Air Europa se ve condicionado por su potencial para generar beneficios que puedan cubrir sus deudas, y por la lista de compradores realistas que podrían ayudarla a sostener su balance financiero (Iberia-Air Europa: las cesiones son insuficientes para Bruselas).

El ebitda de Air Europa en un año promedio, de entre 100 y 200 millones de euros, se ve comprometido por unos intereses financieros de entorno al 7 por ciento de los cerca de 1.000 millones de deuda, lo que suponen alrededor de 70 millones por ejercicio.

Junto a ello, la aerolínea de Globalia debe afrontar de modo gradual los vencimientos de deuda tanto con bancos como sobre todo con el Estado después de que la SEPI la rescatase con un préstamos público una vez las entidades le cerraron el grifo del crédito.

Este escenario complica que los dos únicos candidatos posibles junto a IAG a comprar la aerolínea como serían Air France-KLM y Lufthansa pudieran apreciar que les compensa una adquisición y convencer a sus accionistas bursátiles de que puede tener tanto sentido estratégico como el que es más evidente para Iberia.

Air Europa tiene en sus 25 Boeing 787 Dreamliner una de las claves para sobrevivir. No obstante, el valor de este modelo de Globalia representa dos caras, ante la coyuntura de demanda y de fiabilidad, según detalló REPORTUR.us. En el lado positivo, existía hasta hace poco una fuerte demanda por aviones de largo radio, aunque en el opuesto, los recurrentes problemas de motor les resta atractivo (Air Europa y los dos reversos de su flota de 25 Boeing 787).

La renuncia de Iberia, como adelantó Preferente el pasado jueves en primicia siete horas antes de que la noticia del año fuera oficialmente confirmada, dejó  sensaciones contrapuestas entre Juan José Hidalgo y sus hijos Javier, María José y Cristina.

El patriarca no dejó de decir que Bruselas nunca aprobaría esa operación por ser británico el dueño de IAG, y además con un accionista mayoritario catarí, pero sobre todo sus proclamas en contra de la compra eran un reflejo de su preferencia (Iberia dice a acreedores de Air Europa que desiste de comprarla).

Hidalgo padre quería mantener el estatus de reconocimiento público que solo le permite una de las dos mayores aerolíneas españolas, muy por encima de amasar varios cientos de millones, a diferencia del sentir de sus vástagos.

El presidente de Globalia, además, se ha llevado una buena suma, de unos 50 millones de indemnización para totalizar alrededor de 100 millones en este concepto.

La aerolínea dirigida entre Pozuelo y Llucmajor, con dos directivos de primera fila como Jesús Nuño de la Rosa y Richard Clark, ha encadenado dos ejercicios de beneficios récord, pero en adelante la coyuntura no parece tan despejada.

Iberia se prepara para minar a su rival, y para ello prevé tarifas de derribo a fin de provocarle una sangría de pasajeros, entre una coyuntura económica que cada quincena viene certificando una ralentización en el consumo (Air Europa: la cara y cruz para sobrevivir sin Iberia son sus 787).

Así, los beneficios de Air Europa, como los del resto de grandes aerolíneas, enfilan un descenso, lo que en el caso de Globalia se le suma una abultada deuda, unida a unos elevados intereses y a unos herederos sin la motivación de su padre para proyectarla al futuro.

Noticias de turismo REPORTUR.

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