Las autoridades de Nueva Zelanda han intervenido las cajas negras del Boeing 787 de Latam que hacía un vuelo desde Australia a Nueva Zelanda para seguir a Chile, después de que, en ruta, cincuenta pasajeros resultaran heridos al caer el avión de forma súbita y violenta, por una razón técnica que no se conoce.
Las autoridades de Latam se han ofrecido a colaborar en la investigación de un incidente inusual y alarmante. Mientras Chile y Nueva Zelanda se pelean por el derecho a llevar a cabo la investigación, se sabe que hubo decenas de heridos. Las ambulancias esperaron al avión en Auckland, con más de doce ambulancias. Cuatro personas quedaron ingresadas en un hospital y el vuelo se suspendió.
Un pasajero, identificado como Brian Jokat, dijo que habló con uno de los pilotos que le dijo que perdió durante unos instantes todo control del avión y que después lo recuperó de forma también súbita.
Un experto dijo que las cajas negras son fundamentales para entender qué sucedió. Hay que discernir primero si fue un hecho relacionado con la meteorología o con la técnica. Un profesor de aviación dijo que “es un hecho ultra raro.” Ashok Poduval, profesor de aviación desde hace 15 años, explicó que “el mal funcionamiento del piloto automático o una turbulencia inesperada son dos posibilidades en este caso”.
Boeing dijo que apoyará las investigaciones para aclarar lo ocurrido.
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