La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció una nueva política de certificación de aeronaves que requiere que los cambios significativos en el diseño de los controles de vuelo sean examinados minuciosamente antes de su aprobación para evitar problemas expuestos durante los dos accidentes fatales del Boeing 737 MAX en 2018 y 2019.
La FAA cree que los pasos adicionales «mejorarán la seguridad de la certificación de aeronaves».
El Congreso de los Estados Unidos aprobó una legislación en 2020 que pedía a los fabricantes de aviones que revelaran información crítica de seguridad a la FAA, incluidos cambios en los “controles de vuelo sin intervención ni comandos directos del piloto”, como los que causaron los accidentes del MAX.
En julio, la FAA estableció hitos para determinar si los cambios de diseño requerían un escrutinio adicional. La agencia gubernamental se vio obligada a realizar cambios después de que la Cámara de Representantes descubriera que Boeing no clasificó los cambios realizados en los aviones MAX como críticos para la seguridad, lo que finalmente provocó la muerte de 346 personas en dos accidentes.
En respuesta, los funcionarios de Boeing revelaron que continúan trabajando con la FAA «para garantizar que sigamos cumpliendo con todos los requisitos en el proceso de certificación».
Los funcionarios de la FAA todavía están considerando la posibilidad de certificar dos variantes adicionales del avión MAX.
Un informe de un panel independiente de expertos en aviación encontró que la disfunción en el Congreso, incluida la lucha del gobierno para evitar cierres, así como una FAA con fondos insuficientes, son las causas fundamentales de un número creciente de cuasi accidentes.
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