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The ultimate Venezuelan Cookbook. Así se titula el más reciente libro de cocina venezolana escrito en inglés que se consigue en Amazon, con el agregado de que trae «111 dishes from Venezuela to cook right now». Para resumirlo en español, viene a ser algo así como «el libro definitivo de la cocina venezolana con 111 platos para cocinar ya». Ni a Scannone se le hubiera ocurrido un nombre tan categórico para una obra tan enigmática como esta. Para que no tengan que comprarlo, aquí les dejo algunas observaciones dentro del rigor y la objetividad que obliga el periodismo para que ustedes tengan una idea de qué va y saquen sus propias conclusiones.
Se trata de una obra de 204 páginas divididas en siete secciones (desayuno, aperitivos, ensaladas, sopas, principales, postres, bebidas) llenas de curiosidades, extravagancias, algunas verdades y muchos errores, donde la cocina venezolana queda reducida a su mínima expresión, sometida a sospecha sobre su autenticidad, con afirmaciones atribuibles a una pobre traducción o a simple desconocimiento del tema tratado. Veamos.
En el desayuno se incluyen once propuestas donde la primera sospecha aparece en la página 20 con la receta de Egg-Stuffeds Arepas (arepas de huevo). Esta arepa, como sabemos, no es venezolana, es la arepa que se come en la costa atlántica colombiana, donde se fríe dos veces, primero sola y luego con un huevo adentro. Otro desayuno extraño para nosotros está en la página 27, Potato Hash with Linguica (papas salteadas con chorizo) Hasta donde yo sé, este es un plato de la cocina portuguesa que lleva papas, aceitunas, garbanzos, cebollas, páprika, perejil, etc., además de un chorizo largo y delgado que llaman linguiça, que se consume mucho en la cocina brasileña.
Entre las opciones para desayuno está Venezuelan Sticky Buns, traducida como golfeados, cuya cocción tarda 27 minutos. Otra opción, en la página 26, es el Casabe, que según dicen tarda 15 minutos de preparación y 10 de cocción y no es más que yuca sancochada y molida mezclada con queso parmesano y ajo. Evidentemente se trata de una confusión de alguien que nunca ha probado una torta de auténtico casabe amazónico.
Al pasar a los aperitivos, con 21 opciones, lo primero que encontramos es Beef and Potatos Empanadas Vallunas. Además de la incompresible explicación para proceder con la receta, especialmente con la manera de deshebrar la carne y luego mezclarla con papas sancochadas, sorprende el nombre ya que no se corresponde con ninguna preparación venezolana. Estas empanadas, muy sabrosas por cierto, son colombianas, típicas del valle del Cauca y la confusión es más de geografía que de cocina.
Yo no sabía que el Bacon Choripan with Chimichurri Sauce, que aparece en la página 45, fuera una comida tradicional venezolana, primero, por la salsa chimichurri que es invento argentino, y, segundo, porque el choripán está compuesto de tocineta ahumada, chorizos, queso cheddar, huevos fritos y pan crujiente de perros calientes.
El colmo de la improvisación es encontrar, en la página 50, una preparación llamada Loaded Reina Pepiada Wraps. Para nosotros, la reina pepeada es la más sagrada de las arepas, pero en esta publicación no se trata de ella sino de un wraps, es decir, una tortilla de harina de trigo extendida como burrito o como shawarma enrollada con una mezcla de aguacate, mayonesa y pollo desmenuzado donde ni la arepa ni el maíz, obviamente, aparecen por ningún lado. Buscando el origen en internet, pueden ustedes entender de qué trata en este vínculo: y díganme si eso es una reina pepeada venezolana.
*Lea también: Un «food truck» de arepas venezolanas cautiva paladares en Japón
La sección de ensaladas venezolanas comienza con Venezuelan Kale Salad (p64) y quiero que me digan desde cuando el kale es parte de nuestro repertorio. No digo que no se coma, especialmente en el sector vegano, pero de ahí a que forme parte de nuestro recetario originario hay una gran distancia.
Inmediatamente después vienen dos propuestas: Venezuelan Potato Chicken Salad (Ensalada de galina), así, con una sola l, y Chiken Salad, que, en definitiva son la misma ensalada de gallina nuestra que hacemos con pollo cuando no se consigue gallina. Hay también una Venezuelan Salad (Salsa Carioca), que ignoraba llamaran así a la básica ensalada de lechuga, tomate, cebolla y aguacate, pero con ají serrano y huevo duro.
La sección de platos principales contiene 38 opciones y son muchas para comentarlas todas, pero aquí les dejo algunas de ellas para que ustedes juzguen que tan venezolanas pueden ser: Venezuelan Chocolate Chile Chicken, Balsamic Beef Roast, Potato Cod Casserol, Mole Verde whith Shredded Chicken, Asado Negro Sloppy Joe, Patacón Hamburguers, y otras incongruencias más que harían interminable esta nota semanal. Solo agrego Venezuelan Tamales (Hallacas), ignorando que hallaca es hallaca y tamal es tamal.
Para cerrar con los postres venezolanos en este libro, el primero es Cannolo Siciliano, para culminar con una bebida típica nuestra (sic): Venezuelan Chocolate-Rhum Drink, que lleva además leche y canela, confundida tal vez con alguna versión casera de Ponche Crema creativo.
¿Quién se atribuye estas recetas? Una señora llamada Slavka Bodic, nacida en Serbia, quien aparentemente es una prolífica autora con 41 libros de cocina bajo la premisa de The Ultimate.., es decir, definitivo, con 111 propuestas cada uno, con un amplio espectro que abarca cocinas como Polaca, Peruana, Siria, Sueca, Griega, Húngara, Vietnamita, Portuguesa, Canadiense, Cubana, Brasileña, Francesa, Mexicana, Koreana, Ecuatoriana, Filipina, Noruega, Jamaiquina, Sudafricana, Libanesa, Chilena, Alemana, Ucraniana, Belga, Afgana, Pakistaní, Argentina, Egipcia, Jordana, Indonesia, Irlandesa, Persa y un largo etcétera. Dudo que esta señora haya estado alguna vez en Venezuela o haya probado auténtica comida venezolana. Me imagino todos estos libros deben mantener el mismo estilo de confusión y error que el demostrado con la nuestra.
Interpretando el contenido de The Ultimate Venezuelan Cookbook, parece salido de alguna Inteligencia Artificial mal alimentada o de un copy paste (copia y pega) luego de visitar sin conocimiento previo buscadores de internet, especialmente bajo el idioma inglés. Me tomé el trabajo se cotejar algunas propuestas y fui encontrando similitudes que llevan a conclusiones equivocadas atribuidas a nuestra modesta cocina de la cual estamos muy orgullosos.
¿Por qué a alguien se le ocurre escribir de cocina venezolana sin tener idea de ella? Porque la cocina venezolana está de moda, construyendo su propia narrativa, circulando por el mundo en boca de siete millones de migrantes expulsados de su propia tierra, por ahora. Por favor, no compren este libro, no pierdan tiempo ni dinero. Ahora, si quieren entretenerse y reír un poco con la audacia ajena, pueden hacerlo. Advertidos están de lo que van a encontrar.
Mail: miropopic@gmail.com
Miro Popić es cocinólogo. Escritor de vinos y gastronomía.
Para que no tengan que comprarlo, aquí les dejo algunas observaciones dentro del rigor y la objetividad que obliga el periodismo
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