Que las azafatas o los sobrecargos de los aviones vayan armados con un táser, las pistolas que lanzan un shock eléctrico que paraliza a la víctima, parece una idea extrema, propia de un radical. Sin embargo, procede de Sara Nelson, la presidenta del sindicato americano de personal de cabina (Association of Flight Attendants), que representa a 50 mil asociados que trabajan en 19 aerolíneas.
Nelson lanza esta propuesta días después de que un pasajero amenazase de muerte a todos los ocupantes de un avión (Pánico en un Boeing 737: un pasajero intenta apuñalar a una azafata).
La jefa del sindicato fue preguntada por la CNN sobre qué recursos tiene el personal de cabina en casos así y contestó que “ha habido muchas discusiones sobre si debemos o no tener tásers. Creo que ha llegado el momento de volver a estudiar esto”.
La sindicalista va un poco más lejos y añade que “el personal de cabina necesita el entrenamiento que nos habían dicho que íbamos a recibir después de los atentados de las Torres Gemelas”.
Nelson exigió que se haga de una vez por todas una lista nacional de pasajeros excluidos de volar porque ahora en el país hay listas por aerolíneas, pero no se comparten.
“Con el aumento de los incidentes violentos en los aviones, es el momento de revisar los recursos de que disponemos”.
Hace pocos días, un viajero, de nombre Francisco Severo Torres, de Boston, fue acusado formalmente por el incidente en un avión de United, en el que amenazó al personal de cabina.
Nelson lanza esta propuesta días después de que un pasajero amenazase de muerte a todos los ocupantes de un avión
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