Tras el Covid, todo el mundo quiere hacer turismo. Los precios han subido, pero eso no importa. Salvo en algún caso en el que la subida es bárbara. La entrada al parque de atracciones de Disney en California costaba 124 dólares en 2017 y ahora está en 244. En París un día, con la tarifa mínima, cuesta 105 euros. Más días supone un precio inferior diario, pero más en conjunto.
Bob Iger, el que fuera director general de Disney hasta 2021 y que ahora ha vuelto a su cargo para cambiarla, ha admitido públicamente que “quizás hemos sido demasiado agresivos en algunos de nuestros precios”, en referencia a los parques de atracciones.
Más duro, dijo que “Disney ha cometido el grave error de priorizar las ganancias en detrimento de su imagen histórica de ser accesible”.
Como ocurre con otros muchos negocios que sufrieron desproporcionadamente durante la pandemia, Disney tenía interés en recuperar el terreno (dinero) perdido, dado que se vio obligada a cerrar durante mucho tiempo.
En el caso de París, que es el parque de referencia para los españoles, los precios más altos han ido acompañados por la inauguración del área de los héroes de Marvel, que además ha visto la renovación de los hoteles del complejo.
Más duro, dijo que “Disney ha cometido el grave error de priorizar las ganancias en detrimento de su imagen histórica de ser accesible”.
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