Havas, el primer proveedor de servicios de handling en los aeropuertos de Turquía, que opera en los aeropuertos de Estambul, Ankara, Esmirna o Antalya, ha comunicado a las aerolíneas rusas y bielorrusas que dejará de prestar servicios a los aviones fabricados en Estados Unidos, de acuerdo con las sanciones aprobadas por los países occidentales contra Moscú tras la invasión de Ucrania.
La carta no hace mención alguna a aviones fabricados por Airbus y se refiere sólo a los Boeing, y dice que pueden producirse restricciones en los servicios de "algunos o de todos los vuelos". Se añade que también estarán afectados aquellos aviones que tengan más de el 25 por ciento de su tecnología de procedencia americana. Tal vez, dependiendo del criterio empleado para el análisis, los aviones Airbus con motores americanos pueden quedar también afectados.
Turquía, como la India, mantienen sus puertas abiertas a los aviones rusos. De hecho, las costas turcas son de los pocos destinos a los que los aviones rusos aún pueden volar sin ser sancionados.
Según se ha publicado en Turquía, la carta se envió poco antes de que una delegación de Estados Unidos reiterar a su presión a Ankara para que cese en la prestación de servicios en tierra a estos aviones, generando aún más dificultades para los vuelos procedentes del país presidido por Vladimir Putin. Por servicios en tierra se entienden la prestación de generadores, recarga de combustible, escalerillas y manipulación de maletas y no, por supuesto, los más complejos relacionados con el mantenimiento.
La carta no hace mención alguna a aviones fabricados por Airbus y se refiere sólo a los Boeing
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