Uno de los medios más importantes de Países Bajos, el NRC Handelsblad, se dio a la tarea de investigar lo que sucedía en Booking, esto porque los mismo empleados les comunicaron que algo estaba funcionando mal allí, es por esto que surge el libro “La Máquina”, donde se recogen los acosos, las fiestas, mentiras y hasta espías que han pasado por la OTA.
«Varios empleados nos escribieron para decirnos que teníamos que prestar atención a la compañía porque algo no estaba yendo bien. Eso nos hizo reaccionar, porque era una empresa muy grande, pero nos dimos cuenta de que no sabíamos nada sobre ellos», explicó a El Confidencial Stijn Bronzwaer, redactor de NRC Handelsblad, que junto a otros dos redactores Merijn Rengersy y Joris Kooiman recopilaron toda la información.
En el libro desvelan casos de acoso sexual, fiestas desenfrenadas que fueron pagadas por la misma compañía, así como el ingreso de un espía vinculado a la inteligencia estadounidense, entre otros. Al parecer, su política de valores cambio al haber tanta rotación de personal y el crecimiento de la plantilla.
Esto trajo consecuencias. “Hubo problemas de acoso sexual en las fiestas de trabajo, pero también trabajadores quemados porque no tenían buenos jefes. Había personas que tenían a su cargo a diez personas y, en seis meses, su equipo se había multiplicado por diez. No estaban preparados para encajar todo esto. A partir de ahí, empezaron a ir muchas cosas mal”, comentó Bronzwaer al mismo medio.
Y añade que “aquello empezó con los Thirsty Thursdays (algo así como jueves sedientos), pero se dieron cuenta de que el viernes nadie iba a trabajar. Fue ahí cuando decidieron cambiarlo por los Freaky Fridays. La idea fue de Kees Koolen, entonces consejero delegado y una de las personas que ayudó a crear la máquina. Él pensó: «Vale, no hay problema, que la gente se emborrache los viernes». Solo había que alquilar un bar para que la gente tratara de resolver los problemas que tenían en el trabajo. Su idea era “trabaja duro y, luego, bebe”.
Sin embargo, esto fue creciendo a tal punto que se tomaban todos los bares de la plaza Rembrandt, que es una de las más grandes de Amsterdam. “Los trabajadores se emborrachaban como locos y la empresa contrataba bailarinas brasileñas y ese tipo de cosas para algunas fiestas. En el caso de la Reunión Anual de Booking (BAM), invitaban a todos los empleados, así que se juntaban unas 50.000 personas en una fiesta increíble de tres días”, señaló Bronzwaer.
Finalmente, la empresa acabó con la cultura de la fiesta, “entre otras cosas, porque había jefes que se emborrachaban y acosaban a las empleadas”, manifestó Rengers.
Así mismo, el libro, entre otros temas, reseña todo lo que sucede con las comisiones que cobra Booking a los hoteles, que, aunque consideran muchos es un abuso, se les convirtió en una necesidad para llenar sus hospedajes. En septiembre tanto Booking como Expedia salieron a defenderse rechazando de pleno las acusaciones de abuso por parte de las hoteleras respecto a fijar precios y cobrar comisiones excesivas, como lo recogió REPORTUR.us, (Booking y Expedia rebaten ataques hoteleros y detallan sus aportes).
Finalmente, la empresa acabó con la cultura de la fiesta, “entre otras cosas, porque había jefes que se emborrachaban y acosaban a las empleadas”, manifestó Rengers.
ResponderEliminar