Por lo que dure el periplo, usted olvidará el lugar en el que nació y se amalgamará no solo con la letra de "Cuando voy a Maracaibo" sino con ese sentimiento intenso que caracteriza a todos aquellos que nacen en “la tierra del sol amada”
Durante muchos años, movido por el afecto, Francisco Conde, mejor conocido como “Kiko Jhan”, recibió a sus amigos en Maracaibo y los llevó a los sitios más icónicos de la capital zuliana, pero no fue sino hasta la visita de Valery Saa y Emmanuel Vieira, identificados en el gremio turístico como “Dos locos de viaje”, que se desveló ante sus ojos un nicho: El de reimpulsar el turismo en su región natal apoyándose en su riqueza histórica, cultural y gastronómica, ambición a la que llamó “La Embajada de Maracaibo”.
“Cuando llegan ‘los locos’, que empezamos a patear Maracaibo, descubrí cosas de mi ciudad y me di cuenta que tenía atractivos que podían ser explotados. En enero, me reuní con un grupo de asesores de una franquicia internacional, tuvimos muchas reuniones en el Club Venezolano Alemán y ahí empezamos a desarrollar lo que iba a ser el proyecto y, en ese momento, hice clic y dije: ‘La Embajada de Maracaibo’ y diseñé con mi equipo un esquema”, relata con entusiasmo el emprendedor.
Solo unos meses después, la epifanía de “Kiko Jhan” se consolidó con la invitación al corazón del estado Zulia de un grupo de siete periodistas y un youtuber al reino que lo llena de orgullo, pero ¿Qué es "La Embajada de Maracaibo"?
“Un plan que busca explotar, dar a conocer y hacer brillar las bellezas naturales, lugares históricos y ubicaciones comerciales que tiene la ciudad de Maracaibo para sus habitantes y turistas. Con la consigna ‘Maracaibo muestra tu sol’, buscamos brindar una experiencia única e innovadora para todos”, precisa Conde.
En solo pocos días, ¿Qué incluye el itinerario de este ambicioso proyecto? Recibir a los visitantes en el Aeropuerto Internacional “La Chinita”; trasladarlos en el Tranvía de Maracaibo; hacer un brunch en Villa “Carmen”; almorzar en el Restaurant “Herrmeyer Haus”; visitar la Basílica de “Nuestra Señora de Chiquinquirá”; disfrutar de una exhibición de autos clásicos de la ciudad; degustar Caroreña Verano en la Casa de la Capitulación con música en vivo; desayunar en “El Girasol” (único restaurante giratorio de Venezuela); pasear en kayak en el Lago de Maracaibo; comer en “Pinkacake”; pasear en lancha bajo el puente “General Rafael Urdaneta”; catar té; hacer Tai Chi; y probar sushi en el restaurante “Kaori”, con la sazón del propio embajador.
La experiencia de los fablistanes se desarrolló en 48 horas, pero fue concebida para un período de tiempo más laxo, según explica “Kiko Jhan”. Pero antes de iniciar el recorrido que emprende el Tranvía de Maracaibo, el visitante debe contar con una visa firmada, sellada y expedida por la misión diplomática correspondiente. Una vez completado ese trámite, el medio de transporte lo adentrará por la vereda y el paseo del Lago; la plaza del Rosario de “Nuestra Señora de Chiquinquirá”; la calle “Carabobo”; el barrio y templo de “Santa Lucía”; el teatro “Baralt”; la iglesia “Santa Bárbara”; la catedral de “San Pedro” y “San Pablo”, entre otros lugares. Esto, con “fría” en mano y al ritmo de los hits gaiteros que integran la banda sonora de Venezuela, en general.
Conde dice que uno de los principales objetivos de la Embajada de Maracaibo es “inculcar amor” por la ciudad, una que, de acuerdo con su opinión, permaneció por décadas bajo la influencia alemana, estadounidense, holandesa, española y hasta argentina. ¿No lo sabía? La ciudad de nuestro interés fue fundada en 1529 bajo el nombre de “Nueva Núremberg” (Neu Nürnberg, en alemán), así que llegó el momento de exaltar, de mostrar la luz de lo local, en definitiva.
El abogado aeronáutico y chef, prestado a impulsar el turismo marabino, sostiene que la idea con "La Embajada de Maracaibo" es “hacer una cohesión, un bloque unido para trabajar por la ciudad. Es hora de que se acaben los egos”. Y, por lo que se ve, “Kiko Jhan” ha tenido éxito en su misión porque, hoy por hoy, más de 100 marcas lo respaldan, así como también, la empresa privada y organismos gubernamentales.
Para propios y extraños, será especial la parada que hará el tranvía de Maracaibo en la Basílica de “Nuestra Señora de Chiquinquirá”, oportunidad no solo para que el viajero se inmortalice usando como fondo la fachada del templo sino también para que abra su corazón, mortificaciones y anhelos ante la virgen con rasgos chinos, venerada por locales y foráneos.
Quien decida apostar por la propuesta que pone sobre la mesa Conde y los integrantes de su cuerpo diplomático, agradecerá la experiencia de volver a la etapa escolar y recibir clases de kayak, bajo las instrucciones del profesor Gabriel, de Kayak Maracaibo, para, posteriormente, lanzarse al depósito natural de agua característico de la región y hacer gala de unas habilidades que no conocía.
En el ínterin, "La Embajada de Maracaibo" se asegurará de que su recorrido por la capital zuliana esté aderezado por: patacones, tumbaranchos, tequeños, tequeyoyos, mandocas y pastelitos, entre otras delicatesses regionales.
En ese sentido, el emprendedor y chef no limita la oferta gastronómica de la localidad. “Maracaibo es plátano, sushi, hamburguesa y alemana. Es la comida que tú quieras. Hay mucho de todo”, subraya Conde mientras agrega: “Necesitamos ser más visitados. Es una urgencia para todos”, refiriéndose a una ciudad que ha padecido los embates de las fallas de servicios públicos tan vitales como el agua y la luz.
No obstante, Maracaibo muestra su sol y su luz cuando los visitantes acceden a que sus emociones escalen otro nivel, a bordo de una lancha y pasean bajo el puente “General Rafael Urdaneta”. Le doy mi palabra que, por los minutos que dure el periplo, usted olvidará el lugar en el que nació y se amalgamará no solo con la letra de Cuando voy a Maracaibo sino con ese sentimiento intenso que caracteriza a todos aquellos que nacen en “la tierra del sol amada”, como bien lo describía José Rafael Pocaterra en su novela. Quien escribe le recomienda llevar pañuelos para contener las emociones. @yolimer
No obstante, Maracaibo muestra su sol y su luz cuando los visitantes acceden a que sus emociones escalen otro nivel,
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