Desde las mágicas montañas de Sanare, Manuel Saavedra ofrece a sus visitantes un espacio inolvidable, al que siempre querrán regresar
En medio del frío de las montañas sanareñas se avista una posada que con su energía atrae a todo el que se acerca, y es que tal como su nombre la describe la posada El Encanto, es el escenario de un cuento de hadas, hecho realidad.
Sanare es un pueblo lleno de tradiciones, que abre día a día sus puertas a los turistas, con unas hermosas y frías montañas arropadas por inmensos cultivos de café y espectaculares posadas con altos estándares de calidad que brindan a sus huéspedes la mejor atención.Una de ellas es la Posada El Encanto, ubicada a tan solo 10 kilómetros del casco central del pueblo, sobre una montaña que regala una majestuosa vista hacia los valles del estado Lara.
El lugar hace honor a su nombre y enamora a todo aquel que llega a sus espacios en busca de un sitio ideal para el descanso y la desconexión total del caos de la ciudad.
Y es que ese es también el efecto que deja Sanare a todos sus visitantes. Un pueblo con clima de montaña y una ubicación privilegiada, a 67 kilómetros de Barquisimeto y a cuatro horas de Caracas.
El pueblito larense brinda a los turistas unas calles llenas de cultura, tradiciones y gente noble y trabajadora que espera con mucho agrado a sus visitantes.
Estas tradiciones son las que a través de su posada quiere rescatar y enaltecer Manuel Saavedra, el dueño y creador de la Posada El Encanto, un espacio que describe como “su vida entera y patrimonio familiar”.
Oírlo hablar con tanto orgullo del pueblo que lo vio nacer, luego de haber recorrido gran parte del mundo como marino mercante, hace querer mucho más a Venezuela.
Saavedra es un fiel creyente de que con trabajo y esfuerzo todo es posible, y su posada es la muestra más evidente de ello. El Encanto nació hace seis años, y hoy día es referencia para toda la región y, por qué no, para el país.
Con 15 cabañas y capacidad para 45 personas, El Encanto es, más que una posada, un lugar para reencontrarse con el Ser, la naturaleza, y además disfrutar de las bondades que nuestro país tiene para ofrecer a propios y extraños, quienes amanecerán arropados por la neblina, misma que va despidiéndose con el pasar de las horas para dar paso a la increíble vista que se logra hasta los valles de El Tocuyo.
Al finalizar el día, se puede cerrar con una encantadora velada a la luz de las estrellas que se disfruta desde cualquiera de sus terrazas. Incluso desde las mismas cabañas, cuyos gigantescos ventanales permiten, desde la comodidad de la cama, el goce pleno de los paisajes.
Turismo de calidad
Para Manuel Saavedra es prioritario que en todos los rincones de Venezuela se impulse un turismo de calidad, que inspire a todos a visitar tantos lugares que ofrece nuestro país.
Es por ello que creó el Circuito de la Excelencia, al cual pertenece El Encanto junto con, hasta ahora, 24 posadas ubicadas alrededor del país, respaldadas y supervisadas por la Unión Europea, y que cuentan con su sello de calidad.
A Sanare, Saavedra solo quiere darle cosas buenas y sueña con ver su terruño convertido en un espacio que se asemeje al eje cafetero de Colombia.
Por esa razón quiere crear la ruta del café, para que quienes visiten El Encanto puedan salir en tours que los lleven a conocer cómo se elabora este producto y cómo esta labor ha ubicado a Sanare como uno de los principales productores del país.
También quiere que, desde su posada, los turistas puedan pasear hacia sus ríos y montañas, además disfrutar de las tradiciones religiosas y culturales que se realizan todos los meses en el caso central de Sanare, cerrado el 28 de diciembre con la fiesta de la Zaragoza, uno de los íconos históricos de Venezuela.
Para impulsar el turismo en la localidad, los posaderos de Sanare se han dedicado a mejorar los espacios públicos abandonados del pueblo y también los que llevan a sus posadas.
Por ello, en los últimos meses han creado atractivos elementos de señalización que permiten al turista ubicarse dónde está y hacia dónde va. Además se mantienen en constante comunicación con el gobernador, quien se ha comprometido con ellos a mejorar las vías y a trabajar por impulsar el turismo de la región.
“Aprovechar las bondades que tenemos en Venezuela” debe ser la prioridad no solo de los empresarios, sino de todos los venezolanos, es lo que dice Saavedra, quien cree en trabajar e impulsar.
A su criterio, Venezuela es “un mercado virgen, sin competencia malintencionada, y con muchas oportunidades de crecimiento”, por ello celebra también que quienes quieran y puedan, inviertan en Venezuela, porque finalmente así es como se forja un país.
Todo incluido
La Posada El Encanto ofrece varios servicios, como el spa y el restaurante. En cuanto al hospedaje, las cabañas cuentan con amplios espacios para el disfrute de toda la familia.
El tema de la cocina es otro plus de la posada, y es que la chef es una hermana de Saavedra, lo que permite dar a todos sus platos “el sabor y toque de mi mamá”, dice el señor Manuel.
Para él es muy importante que quien visite El Encanto no dude nunca en volver, e incluso quedarse, como ya ha pasado con varios visitantes que han ido por pocos días y han extendido su hospedaje por semanas y meses.
El Encanto responde en esencia a lo que implica su nombre: un lugar que, después de ser visitado por primera vez, no podrá ser borrado de los más bonitos recuerdos que alguien pueda tener.
Al finalizar el día, se puede cerrar con una encantadora velada a la luz de las estrellas que se disfruta desde cualquiera de sus terrazas. Incluso desde las mismas cabañas, cuyos gigantescos ventanales permiten, desde la comodidad de la cama, el goce pleno de los paisajes.
Turismo de calidad
Para Manuel Saavedra es prioritario que en todos los rincones de Venezuela se impulse un turismo de calidad, que inspire a todos a visitar tantos lugares que ofrece nuestro país.
Es por ello que creó el Circuito de la Excelencia, al cual pertenece El Encanto junto con, hasta ahora, 24 posadas ubicadas alrededor del país, respaldadas y supervisadas por la Unión Europea, y que cuentan con su sello de calidad.
A Sanare, Saavedra solo quiere darle cosas buenas y sueña con ver su terruño convertido en un espacio que se asemeje al eje cafetero de Colombia.
Por esa razón quiere crear la ruta del café, para que quienes visiten El Encanto puedan salir en tours que los lleven a conocer cómo se elabora este producto y cómo esta labor ha ubicado a Sanare como uno de los principales productores del país.
También quiere que, desde su posada, los turistas puedan pasear hacia sus ríos y montañas, además disfrutar de las tradiciones religiosas y culturales que se realizan todos los meses en el caso central de Sanare, cerrado el 28 de diciembre con la fiesta de la Zaragoza, uno de los íconos históricos de Venezuela.
Trabajo en equipo
Para impulsar el turismo en la localidad, los posaderos de Sanare se han dedicado a mejorar los espacios públicos abandonados del pueblo y también los que llevan a sus posadas.
Por ello, en los últimos meses han creado atractivos elementos de señalización que permiten al turista ubicarse dónde está y hacia dónde va. Además se mantienen en constante comunicación con el gobernador, quien se ha comprometido con ellos a mejorar las vías y a trabajar por impulsar el turismo de la región.
“Aprovechar las bondades que tenemos en Venezuela” debe ser la prioridad no solo de los empresarios, sino de todos los venezolanos, es lo que dice Saavedra, quien cree en trabajar e impulsar.
A su criterio, Venezuela es “un mercado virgen, sin competencia malintencionada, y con muchas oportunidades de crecimiento”, por ello celebra también que quienes quieran y puedan, inviertan en Venezuela, porque finalmente así es como se forja un país.
Todo incluido
La Posada El Encanto ofrece varios servicios, como el spa y el restaurante. En cuanto al hospedaje, las cabañas cuentan con amplios espacios para el disfrute de toda la familia.
El tema de la cocina es otro plus de la posada, y es que la chef es una hermana de Saavedra, lo que permite dar a todos sus platos “el sabor y toque de mi mamá”, dice el señor Manuel.
Para él es muy importante que quien visite El Encanto no dude nunca en volver, e incluso quedarse, como ya ha pasado con varios visitantes que han ido por pocos días y han extendido su hospedaje por semanas y meses.
El Encanto responde en esencia a lo que implica su nombre: un lugar que, después de ser visitado por primera vez, no podrá ser borrado de los más bonitos recuerdos que alguien pueda tener.
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