Este domingo hay elecciones en Italia. Las encuestas apuntan a un fuerte giro a la derecha, con una sorprendente pérdida de imagen pública incluso de Mario Draghi, el prestigioso economista no adscrito a ningún partido, que aún es primer ministro.
Draghi no había decidido hasta este viernes la venta de Ita, aunque se especulaba con que será este miércoles 28 cuando se cierre la operación.
Si la venta hubiera tenido lugar antes de las elecciones del domingo, no hubiera sido muy bonito que Draghi llevara a cabo la operación con unas elecciones convocadas y el Parlamento, supremo órgano de control del Gobierno, disuelto. Pero si lo hace este miércoles, cuando ya se sabe quién ha ganado las elecciones, entonces la imagen de la operación es muy poco sostenible. ¿Cómo puede una operación de esta magnitud hacerse así?
Los problemas se suceden. MSC, la naviera que se presentaba como cabeza del grupo que fue descartado en la compra, y en el que estaba también Lufthansa, dijo que no descartaba nada, en relación a que contemplaba la posibilidad de poder aún acceder al capital de la aerolínea. ¿Por qué ese optimismo?
El inicio de la privatización de Ita/Alitalia se parece mucho a la vida de la compañía: de susto en susto, casi siempre por la presencia de políticos en el capital de la sociedad. Por cierto, en el caso de la oferta de Certares y Air France, que es la que se ha seleccionado, el Gobierno conserva un cuarenta por ciento del capital, o sea influencia suficiente para seguir decidiendo…
Draghi no había decidido hasta este viernes la venta de Ita, aunque se especulaba con que será este miércoles 28 cuando se cierre la operación.
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