Irlanda, Francia, Gran Bretaña, Alemania, España, Italia, Canadá o Estados Unidos: el caos se ha instalado en la aviación comercial, sin perspectivas de solución a medio plazo (Así son las largas colas que colapsan el aeropuerto de Ámsterdam).
Irlanda ha enviado al ejército a los aeropuertos para intentar paliar los problemas, pero resulta que los militares no tienen la formación necesaria, lo que no mejora las cosas. Sólo en Dublín se cancelaron 60 vuelos en ocho días, sin contar los innumerables retrasos. Este viernes, más de diez vuelos procedentes de Alemania estaban retrasados severamente en Mallorca y varios otros, de distintas procedencias, estaban cancelados.
Los problemas no distinguen.
A todo esto, Heathrow, el mayor aeropuerto de Europa, vivió un jueves caótico, con más de 30 cancelaciones, provocando un efecto dominó sobre media Europa. En Alemania las cosas no están mejor, sobre todo Frankfurt. En Dusseldorf y Colonia, Eurowings ha tenido serios retrasos por culpa del etiquetaje de las maletas que, dice, ha tenido problemas (Caos generalizado en los aeropuertos de Europa).
En Holanda, es conocido el problema de Schiphol, que sigue arrastrándose.
Como siempre a lo largo de la historia, están los controladores franceses, a quienes las aerolíneas alemanas están acusando de crear retrasos. Ryanair, la primera en acusar siempre, ha dicho que los controladores son culpables de los problemas que está teniendo en Milán y en Bruselas.
En España no se están generando problemas nuevos en los vuelos, pero sí para los pasajeros, por la falta de policías en las fronteras de Barajas y Mallorca. Barcelona parece tener menos incidencias.
En Estados Unidos, United ha parado muchos vuelos en Newark por “un problema inesperado”; American canceló vuelos en Chicago y Dallas, sin aducir un motivo.
Lufthansa está cancelando operaciones, acusando a las bajas por Covid de esta situación.
Este prototipo ha sido diseñado por el científico y cineasta germano-yemení Hashem Al-Ghaili.
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