Aunque ya hace meses que Occidente acordó que sus empresas abandonen Rusia, Marriott y otras cadenas no lo habían hecho porque las cosas son mucho más complicadas de lo que parecen. Pero, finalmente, este fin de semana la primera hotelera del mundo, Marriott, ha dicho que, tras veinticinco años, abandona Rusia, indicando que es imposible seguir trabajando allí.
Marriott, como muchas otras hoteleras, cuando se produjo la primera reacción occidental, recomendando abandonar el país, cerró su oficina en Moscú y paralizó las nuevas inversiones. Pero salir de los 22 hoteles que llevan su marca no era tan fácil porque los hoteles no son suyos y porque los contratos con esos terceros no permiten una desvinculación automática.
Pero este fin de semana, la compañía emitió un comunicado que dice que «hemos llegado a la conclusión de que las (nuevas) restricciones de Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea hacen imposible que Marriott continúe operando o franquiciando hoteles en el mercado ruso». La compañía explica que ha estado preocupada por los trabajadores afectados por sus decisiones, pero ya no puede aguantar más.
La cadena no ofreció más información sobre qué hará para desvincularse completamente de sus socios, los propietarios y en algunos casos también gestores de los hoteles. Sin embargo, por el tono de la nota, da la impresión de que aceptará pérdidas económicas según lo que establezcan los contratos y dejará de abanderar esos hoteles.
Las cadenas importantes suelen tener tres tipos de relaciones con hoteles terceros: en algunos casos, no frecuentes, tienen contratos de alquiler del edificio, encargándose de todo lo demás como si fueran propietarios; contratos de management, en los que la cadena pone la marca, la comercialización, ofrece la tecnología, coloca algunos gestores, pero se mantiene la titularidad del propietario no sólo en la propiedad del edificio sino también en la empresa hotelera y, finalmente, la franquicia, en cuyo caso el propietario se encarga de toda la gestión pero la cadena ofrece la marca y la bandera a cambio de dinero y de que se cumplan ciertos estándares de calidad.
Sólo el primer modelo permitiría una rápida desvinculación de Marriott, pero es un modelo poco frecuente en un mercado como el ruso.
Los planes de la empresa son otros, como reveló REPORTUR.us. Marriott se expande con sus marcas JW Marriott, Ritz Carlton, City West en Europa y Medio Oriente. Para Munich abrirá a finales de 2022 el Marriott Hotel City West, en China el JW Marriott Hotel Changsha ubicado en uno de los barrios de lujo y la marca Ritz-Carlton Reserve frente a la costa oeste de Arabia Saudita, para debutar en 2023, será el quinto a nivel mundial (Marriott con JW, Ritz y City West se expande en Europa y Oriente).
La cadena no ofreció más información sobre qué hará para desvincularse completamente de sus socios
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